Aunque el boxeo profesional es una actividad que atraviesa por uno de los momentos más débiles de su historia, en su modalidad amateur este deporte ha sabido mantener un constante desarrollo, con más de mil 500 exponentes en competencia a nivel nacional.

Buscando mejorar el nivel del pugilismo aficionado, la Federación Chilena de Boxeo comenzó en 2003 con la creación de una selección nacional cuyo objetivo se centrará principalmente en los Juegos Odesur, según señaló su vicepresidente Jorge Delmónaco a Cooperativa.cl.

“Nuestra idea es llegar a un tercer lugar en los Juegos Odesur del año 2006. Pienso llegar con once púgiles y de esos once quiero clasificar dos para los Panamericanos, y luego ver la posibilidad del proceso olímpico a ocho años”, sostuvo Delmónaco.

Para ello, se utilizaron los fondos otorgados por Chiledeportes en sus proyectos concursables y se comenzó a trabajar en un proceso que incluye la presencia de un técnico cubano, Lázaro Monzón, un profesor de Educación Física y Metodólogo chileno, Eduardo Yarur, y un médico pakistaní con experiencia en Cuba, el doctor Akbar Nikfarjam.

Jorge Delmónaco, quien además es jefe de la Unidad Técnica Nacional que está a cargo del proyecto de la selección, explicó los alcances de este proceso, que ya cuenta con seis seleccionados que entrenan diariamente y ya comenzaron a competir.

“Los muchachos trabajan entre 6 y 7 horas diarias en boxeo y están empezando a tomar una línea más centrada en el deporte olímpico. Nosotros tenemos proyectado seguir haciendo encuentros con clubes de otros países, para el próximo año comenzar a tener competencias con selecciones de afuera”, señaló.

Los entrenamientos a cargo del técnico Lázaro Monzón se realizan en las mañanas en el Centro de Alto Rendimiento y en las tardes en los gimnasios de la federación. El objetivo de este trabajo se centra en que los púgiles comiencen a basarse en la modalidad olímpica, que apunta más a una estrategia de puntuación que a golpear buscando derribar al contrario.

Las actividades de la selección

Luego de ganar el cuadrangular que se disputó en el gimnasio de la federación a mediados de abril, en el que participaron equipos argentinos de Mendoza, San Juan y San Luis, la selección nacional viajará hasta esta última ciudad trasandina para medirse con el representativo local, el 18 de mayo.

Posteriormente, el 28 de ese mes, se desplazará hasta Arica para participar en un cuadrangular con los equipos de esa ciudad, Perú y Bolivia.

“La idea es que los jóvenes empiecen a salir y a tener un roce internacional, pero en un nivel medio. Y después, para el próximo año, vamos a ver si Chiledeportes nos acepta un proyecto para organizar un torneo a nivel sudamericano”, afirmó Jorge Delmónaco.

El trabajo de la Unidad Técnica Nacional no sólo abarca el proceso de la selección, sino que además incluye la creación de cursos para iniciadores, dirigentes, árbitros y jueces de boxeo, buscando que la actividad comience a mejorar en todas sus líneas.

“Empezamos a cumplir todas las metas que nos habíamos planteado. Nos hemos abocado a la parte de capacitación de la gente, y ahora comenzamos con cursos para iniciadores, que son de alto nivel porque incluimos anatomía, fisiología, expresión oral. Algo muy completo”, sostuvo Delmónaco.

Un alcance necesario

Cada vez que se habla de pugilismo, un deporte criticado y que según la Asociación Médica Mundial y el Colegio Médico de Chile debería estar prohibido por cuanto puede incluso provocar la muerte, se hace referencia a su actividad profesional.

Sin embargo, en el boxeo amateur existen variadas medidas de protección que van desde el uso de cabezales y guantes de mayor volumen y peso (284 gramos), hasta una menor cantidad y duración de los asaltos.

Además, el árbitro cumple un papel fundamental para detener el combate ante cualquier indicio de problemas físicos o una superioridad manifiesta de uno de los púgiles, y cada velada debe desarrollarse bajo la mirada de un médico.

Finalmente, mientras en el pugilismo rentado el objetivo es dar espectáculo y superar al rival llegando al nocaut, en el aficionado se busca marcar puntos, y los derribos ocurren sólo en contadas ocasiones y sin representar daños físicos. Las medidas de protección se encargan de ello.