Puerto Montt logró regresar a la Primera A tras sufrir sólo un año en la segunda categoría, y ahora tendrá asegurada su permanencia por tres años gracias al sistema de descenso programado, que plantea que durante las próximas dos temporadas los equipos no bajarán a Primera B.
A esto se agrega una cancha de pasto sintético que deja en el olvido las toscas imágenes de jugadores corriendo en medio de un barrial, y un plantel compuesto principalmente por futbolistas jóvenes. Estos elementos podrían configurar un producto llamativo para quienes deseen invertir.
Sin embargo, la reunión sostenida por la asamblea de socios el 16 de octubre de este año, en donde se aprobó comenzar a realizar los estudios para transformar a Deportes Puerto Montt en sociedad anónima fue solo un primer paso. Hasta el momento no existen grandes avances con miras a concretar esta nueva forma de administración que, según el alcalde de la ciudad y presidente interino del club, Rabindranath Quinteros, “soluciona muchos problemas”.
“Estamos trabajando en la parte jurídica y nuestra idea es hacerlo realidad lo más pronto posible”, explicó el edil, uno de los máximos responsables de la exitosa campaña del equipo sureño.
Sin embargo, quizás por el poco tiempo que lleva desarrollándose la iniciativa, no existen empresas de la región dispuestas a invertir en el proyecto, y esto puede ser uno de los grandes inconvenientes para concretar la transformación del club en sociedad anónima.
En este caso, y según explicó el alcalde, “empresas en forma específica de la zona no hay, existe interés de algunos empresarios en forma particular y a título personal, empresarios de fuera de Puerto Montt que están interesados, y que es gente ligada al fútbol”.
De todas formas, Rabindranath Quinteros está optimista y plantea que el club ya debería estar funcionando como sociedad anónima en la temporada 2003, transformándose en el primer equipo de Primera en regirse voluntariamente por esta administración, sumándose a Magallanes en Primera B y a Copiapó en la Tercera División.
Cabe recordar que para mediados de 2003 se espera que esté aprobada la Ley de Sociedades Anónimas Deportivas, que en su proyecto establece que los clubes estarán obligados a transformar su administración a esta modalidad, excepto los que cumplan con ciertas exigencias que, actualmente, muy pocos estarían en condiciones de acatar.
Las dudas del campeón
A pesar de haber levantado la primera copa en sus 19 años de historia, en Deportes Puerto Montt parece que nada está definido con miras a 2003, salvo los objetivos deportivos.
El directorio albiverde encabezado por el alcalde de la ciudad, que asumió luego de la renuncia de su presidente Hugo Niklitschek, es interino y finaliza su mandato a fines de 2002. Para ello, Rabindranath Quinteros pretende convocar a una asamblea prontamente y poder “entregar la institución”.
La continuidad del técnico paraguayo Sergio Nichiporuk, artífice del ascenso del club porteño, también está en duda y se espera que durante esta semana se llegue a un acuerdo para decidir si sigue o no al mando del plantel.
“Le vamos a explicar lo que queremos y vamos a definir sus pretensiones. En principio la intención es continuar con él, pero siempre hay una realidad económica. Nosotros no nos vamos a volver locos pagando sueldos que no están al alcance, ya que la idea es tener una planilla que podamos financiar mensualmente y no depender de factores externos”, explica Rabindranath Quinteros.
Sin embargo, el propio Sergio Nichiporuk da a entender que la situación puede ser más complicada, y no está tan optimista con miras a su permanencia en el cargo.
“Hay ganas de que yo me quede, pero el problema es que el club no tiene dirigentes. El alcalde es quien tomó este caso en forma interina hasta el fin de temporada, pero él anunció que renunciaba y no seguía después del ascenso. Entonces hoy el club está sin presidente, sin nada y van a llamar a una asamblea para ver quien asume. Quizás el que asuma no va a estar interesado en mí, y en ese caso quedo libre y a la espera de recibir alguna oferta de algún club”, señala el estratega paraguayo.
Y aunque los objetivos deportivos están claros, “consolidar la institución y formar un cuadro competitivo que pueda estar luchando por los lugares de avanzada”, según explicó Quinteros, la situación interna del campeón de Primera B aún está en rodaje.