Los elogios de la prensa transandina hacia el chileno Alexis Sánchez no se detienen luego de su gran actuación en el clásico del sábado ante Boca Juniors, donde fue una de las piezas claves en el triunfo por 3-2 de River Plate, y en una entrevista concedida al diario deportivo Olé, habló sobre lo que significó aquel gran partido.
El chileno explicó que el partido no fue una revancha después del disputado hace una semana en Mar del Plata. "Fue un partido vibrante, que realmente disfruté. Yo no lo tomé así. Estaba tranquilo. El primer partido había sido una experiencia muy fuerte, por el marco, por como lo vive la gente. Fue todo nuevo, ya que en el clásico del último torneo yo estaba en España recuperándome y no lo pude vivir ni desde afuera", dijo el tocopillano.
Sánchez explica que el último duelo ante los xeneizes le sirvió de aprendizaje y que le hubiese gustado seguir en el campo de juego de no ser por el esguince que sufrió en los dedos meñique y anular. "Veía que el partido estaba para sacar una diferencia mayor a la que teníamos, pero la verdad es que me molestaba mucho. Sentí impotencia, pero nada más que eso", explicó el seleccionado chileno.
Respecto a las patadas que recibe durante los partidos ante su clara habilidad con la pelota, el ex jugador de Cobreloa y Colo Colo aseguró que no le asustan. "De a poco me voy acostumbrando a que la mitad de la cancha es una zona de tránsito y ahí las patadas vuelan. Yo mismo me di cuenta de que en el fútbol argentino hay momentos en los que no se pueden tirar lujos. No gusta mucho, pero igual no voy a cambiar mi forma de jugar", señaló.
Finalmente el joven delantero nacional apunta que su objetivo con River es "la Copa Libertadores y el campeonato local. Con la lesión que sufrí el año pasado (rotura del ligamento del tobillo izquierdo), siento que perdí mucho tiempo", y respecto a su continuidad en Argentina explica que "quiero seguir un tiempo más acá. Aunque no depende sólo de mí, yo estoy cómodo en River. Muy cómodo". (Agencias)