Andrés Tupper señaló que su renuncia a la jefatura de la rama fútbol de Universidad Católica es una decisión que no tiene vuelta atrás e indicó que rechazó la oferta realizada por el directorio de la Fundación cruzada para que se mantuviera en el cargo hasta el final de la temporada.

 

"La decisión está tomada y nada la hará cambiar… estoy contento porque las cosas están caminando, la Católica anda bien como en el último año y medio… el accidente de quedar fuera de los últimos dos play-offs (Clausura 2004 y Apertura 2005 ante Unión Española) en definiciones de penales no pude opacar el trabajo del último tiempo".

 

Las críticas hacia Tupper radican en la falta de títulos durante su gestión -la UC no es campeón desde el Apertura 2002- y en la ausencia de refuerzos de mayor calibre. Los hinchas cruzados personificaron en él los reclamos e insultos partido tras partido y eso lo colmó.

 

"Nadie puede ser insensible a que cinco mil personas te griten que te mueras y a las cosas que se escribieron en los diarios y se dijeron en las radios. Esto afectó a mi familia mucho que a mí", sostuvo Tupper.

 

"No sé si me voy por la puerta ancha, pero sí tal como llegué… tranquilo, callado y contento por la actual posición de Católica (puntero y clasificado a la fase internacional de la Copa Sudamericana). Me voy satisfecho… todos quieren que no me vaya y eso es la mejor señal que hay un reconocimiento", agregó.

 

Por último, Tupper se refiriró a uno de los puntos más resistidos durante su gestión: el fichaje en enero de 2004 del técnico argentino Oscar Garré en detrimento de Arturo Salah.

 

"Eso se hizo consensuado con mucha gente… no fue un capricho mío", aseguró Tupper, quien algunos meses después tuvo que despedir a Garré por una triste marca de siete derrotas en nueve fechas del Torneo de Apertura 2004. (Cooperativa.cl)