Con aspecto cansado los jugadores salieron de los controles de aduana e inmigración del aeropuerto Tokio-Narita y se dirigieron en bus a Yokohama, ciudad vecina de la capital en la que se efectuará el encuentro.

 

El avión SQ011 de Singapore Airlines aterrizó en el aeropuerto a las 05:18 horas (08:18 GMT), con lo que los técnicos y jugadores de Boca gastaron en traslado casi 40 horas hasta Japón, ocho más que las previstas en un principio, lo que les restará tiempo de preparación para el partido.

 

El retraso se debió a que su avión, de las líneas aéreas brasileñas Varig, sufrió un desperfecto y no pudo reanudar vuelo en Los Angeles, por lo que hubo que buscar un nuevo aparato para la delegación, el que sólo se consiguió varias horas después, de Singapore Airlines.

 

Aunque los directivos del club se contactaron con la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) y estudiaron la posibilidad de pedir el aplazamiento del pleito, los organizadores japoneses de la Copa Intercontinental señalaron a la agencia EFE que no recibieron ninguna comunicación al respecto.

 

"Es imposible cambiar la fecha del encuentro, pero nosotros no hemos sido notificados en absoluto sobre esa petición", indicaron portavoces del centro de prensa en Yokohama.

 

A partir de este jueves 11 de diciembre los jugadores comenzarán los entrenamientos para ajustarse tanto a la diferencia de 12 horas con Buenos Aires, como al cambio de estación, ya que Japón entrará en pocos días en el invierno.

 

El plantel xeneize que llegó a Japón está formado por:

 

Porteros: Roberto Abbondanzieri y Wilfredo Caballero.

 

Defensas: Luis Perea, Nicolás Burdisso, Diego Crosa, Clemente Rodríguez, Rolando Schiavi, José María Calvo, Fabián Vargas y Pablo Jerez.

 

Mediocampistas: Raúl Cascini, Diego Cagna, Miguel Caneo, Marías Donnet, Sebastián Battaglia y Javier Villarreal.

 

Delanteros: Guillermo Barros Schelotto, Carlos Tevez, Roberto Colautti y Pedro Iarley. (EFE)