Ofreciendo triunfos y en una posibilidad que califió como "un honor", Eduardo Bonvallet espera la resolución de su posible llegada a Cobreloa como entrenador del primer equipo, en sustitución de Jorge Socías, una opción que pese a las ganas expresadas, se ha complicado debido a sus altas pretensiones económicas.

 

En diálogo con Al Aire Libre en Cooperativa, el comentarista radial manifestó su sentimiento a las puertas de conocer la determinación del club naranja.

 

"Estoy esperando el día de mañana (jueves), el día 'D', cerca del mediodía para ver si me hago cargo de Cobreloa, lo cual sería un honor, porque representa muchas cosas para mí: el recuerdo de mi papá, el que esté en una cancha de fútbol, mi vida ha sido un balón, y cambiar un poquito de actividad", confesó.

 

Bonvallet aseguró que no pretende nada más que darle resultados al cuadro minero con esta eventual primera experiencia como entrenador profesional.

 

"Que no me sirva para nada más, ni para trampolín ni ningún tipo de cosas. Me gusta el fútbol y creo que Cobreloa es un equipo con pretensiones, donde uno tiene que ganar y eso me gusta, el desafío. A mí no me gustan las personas que ofrecen trabajo, lo que yo ofrezco es ganar y si no gano fracaso", afirmó.

 

El ex futbolista dijo saber la magnitud del reto que puede asumir en Calama, especialmente por las características de los dirigentes loínos y de la exigente hinchada.

 

"Es buena en la que me metí, soy un santo, porque es complicado, pero tengo confianza en lo que es manejo de grupo. Los futbolistas, cuando uno les dice las cosas de frente, les dicta la política que tiene que seguir, no le anda con chuecuras y dice lo que pretende cada uno y que el que no responde no tiene espacio; pero antes decirle y ser claro, con mano dura y afecto cuando tienen que recibir afecto; ellos lo entienden. Lo más importante es tener carácter", consideró.

 

Bonvallet también manifestó sus expectativas en caso que consiga dirigir a Cobreloa, que pasan por atraer más público al Torneo de Clausura.

 

"No pretendo cambiar el fútbol, porque no soy nadie para cambiar el fútbol, ni pretendo un nuevo camarín, porque todavía no tengo idea lo que es un nuevo camarín; pero sí creo que puede servir para la hinchada y en cada una de las ciudades, para que asista más gente y que se motiven los jugadores, los entrenadores y que el campeonato agarre un poquito de glamour, que no lo tiene", argumentó.

 

Sin embargo, pese al deseo de Bonvallet por tomar la banca naranja, la alternativa parece alejarse. Los directivos loínos se reunieron este martes por la noche y antes de subir al segundo piso de la sede del club, varios hicieron sentir su oposición, especialmente por las pretensiones económicas desmedidas para la realidad de Cobreloa.

 

El locutor pide nueve millones de pesos para firmar, mientras que el máximo que pretende pagar la institución a su nuevo técnico son 4.000 dólares (poco más de 2,1 millones de pesos).

 

En caso de descartarse a Bonvallet, el entrenador saldría de las siguientes opciones: Carlos Rojas, Marcelo Trobbiani, Oscar del Solar y Miguel Hermosilla. (Cooperativa.cl)