Braulio Arenas, ex asesor de Javier Castrilli en la Comisión de Arbitros del fútbol chileno también interpuso una millonaria demanda en contra de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP).
Arenas siguió los pasos del ex “Juez de Hierro”, según informó La Tercera, exigiendo la cancelación de 307 millones de pesos tras su salida de la ANFP, junto a Castrilli en abril pasado.
El tercero en la línea de mando de los jueces nacionales en el período del “Sheriff” acusa “afectaciones morales generadas a causa del actuar antijurídico de la ANFP“, basándose en la Tutela de Derechos Fundamentales con ocasión del despido.
Además, suma los conceptos de “demanda daño moral, nulidad del despido, indemnizaciones, diferencias, feriados correspondientes, reajustes, intereses y expresa condena en costas”.
“Al respecto, cabe citar la sentencia RIT 2380-2016, del 1er Juzgado del Letras del Trabajo de Santiago, en la cual, se determinó una indemnización por daño moral de $18.000.000.- a un trabajador que fue injustamente acusado de hurto. Cabe hacer presente que, sólo sus compañeros de trabajo se enteraron de la injusta acusación hecha por su empleador y que conllevó a su despido”, añadió.
“Por su parte, en materia civil, bajo sentencia rol 373-2017 de la I.C.A. de Chillán, confirmada por la Excma. Corte Suprema en causa rol 836-2018, se otorgó una indemnización por daño moral de $18.000.000.- al demandante que figuró erróneamente como moroso en el boletín comercial. Cabe hacer presente que, el número de personas que tomaron conocimiento de este hecho fue muy reducido, ya que, como se sabe, ni el 0,1% de la población tiene acceso a la información del boletín comercial”.
“Finalmente, bajo sentencia Rol 3715-2017 de la I.C.A. de Santiago, se condenó al pago de $1.000.000.000.- por lucro cesante y $300.000.000.- por daño moral al canal de televisión Canal 13, por difundir en un programa de televisión, información falsa sobre el contenido de un producto (pan). Esto demuestra, de manera evidente, que la reparación del deshonor y desprestigio provocado mediante medios masivos de comunicación, es manifiestamente más gravoso, y, en consecuencia, su reparación es mucho más cuantiosa”, cerró.