El gobierno de Italia decidió que tras la reanudación del fútbol se impedirá jugar con público en los estadios que incumplan las medidas de seguridad, tras una reunión

 

El calcio fue suspendido este fin de semana debido a la muerte de un policía el viernes 2 en medio de los incidentes acaecidos entre los hinchas de Catania y Palermo en la isla de Sicilia.

 

Esta decisión, adoptada en una reunión extraordinaria mantenida con algunos estamentos deportivos del país, obliga a los estadios donde no se cumplan las normas se deberá jugar a puerta cerrada.

 

La normativa que deben cumplir los estadios son las recogidas en el decreto Pisanu de 2005, que lleva el nombre del entonces ministro del interior, y contempla medidas como los tornos en las puertas, un sistema cerrado de vídeo-vigilancia dentro de la instalación, billetes nominales, una amplia zona de control y registro fuera de los estadios.

 

De los actuales estadios italianos cumplen totalmente las normativas sobre seguridad el Olímpico de Roma y el Olímpico de Turín y se estima que también pueden pasarlas de inmediato el "Luigi Ferraris" de Génova, el "San Filippo" de Messina, el "Renzo Barbera" de Palermo, el "Ennio Tardini" de Parma y el "Artemio Franchi" de Siena.

 

Además, están muy cerca de cumplir las normativas el "Giuseppe Meazza" de Milán, el "Armando Picchi" de Livorno y el "Artemio Franchi" de Florencia.

 

En la reunión, mantenida en la sede de la Presidencia del Gobierno, estuvieron presentes autoridades del mundo político, como el ministro del Interior, Giuliano Amato; de Políticas Juveniles y Actividades Deportivas, Giovanna Melandri; el subsecretario a la Presidencia del Consejo de Ministros, Enrico Letta; el subsecretario de Justicia, Luigi Scotti; y el jefe de Policía, Gianni De Gennaro.

 

Del mundo del deporte, asistieron el presidente del Comité Nacional Olímpico Italiano (CONI), Gianni Petrucci; el secretario general de dicho organismo, Raffaele Pagnozzi; y el comisario Extraordinario de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC), Luca Pancalli.

 

Al término del encuentro, que duró casi dos horas, el propio subsecretario Letta anunció que su gobierno, para intentar acabar con la violencia en los estadios de fútbol, decidió "adoptar una serie de medidas con algunas soluciones que serán llevadas para su aprobación a una reunión extraordinaria del consejo de ministros, prevista para el próximo miércoles".

 

Según Letta, se trata de medidas para garantizar el orden público, algunas de ellas de "inmediata aplicación" mediante la creación de un decreto de urgencia, y otras propuestas de ley que serán presentadas por el Gobierno al Parlamento para su aprobación. (EFE)