El entrenador Héctor Pinto, que este miércoles presentó su renuncia a la banca de Universidad de Chile, dijo que espera que su salida devuelva la tranquilidad al club y apuntó a los últimos hechos ocurridos, como las amenazas de los hinchas y el poco apoyo directivo, como causas para el término anticipado de su contrato.
Pinto sostuvo que está consciente que la lista de jugadores que escogió para 2006 generó los problemas que lo hicieron tomar la decisión de alejarse del equipo, pese a que su vínculo duraba gatas diciembre del próximo año.
"Fue debido a las repercusiones que tuvieron los acontecimientos, el camino que tomó la nómina que nosotros dimos al final, y que está pasando a ribetes que no corresponden y por el bien de la U, porque yo le tengo un cariño enorme a la U, porque vuelva la tranquilidad, porque vuelva la cordura, porque la U vuelva a figurar sólo en el aspecto deportivo", argumentó el estratega.
El ahora ex técnico azul dejó en claro que fue él quien dimitió a su cargo para permitir que el directorio busque lo mejor para la institución.
"Hemos llegado a la conversación con los dirigentes de poner término de mi contrato presentando la renuncia y dando el paso al costado para que ellos tomen las decisiones que a futuro le sean más convenientes al club", expresó.
En cuanto a los mensajes de los barristas, Pinto los apuntó como otra de los motivos de su renuncia.
"Yo creo que las amenazas de alguna manera rebalsaron el vaso, en mi celular tengo los números y las amenazas, fuertes y otras no tan fuertes, hubo de todo. Creo que no lo merezco por todo lo que entregué a la U, por todos los aspectos deportivos que nadie los ha destacado. Creo no merecerme esta salida, pero lo hago por el bien de la U", declaró.
También comentó la falta de respaldo que sintió de parte de los regentes del club.
"En algunas cosas a lo mejor, se omitieron algunas situaciones sobre todo en el caso de los jugadores que dejaban la institución, todos sabían quienes eran y como venía la cosa final. Lo que pasa es que yo fui el responsable de comunicarlo a los jugadores, pero esto estaba en conocimiento de todos los dirigentes", aseveró.
Pinto afirmó que su idea siempre fue jugársela por una entidad que lo formó como persona y que sacó campeón del Torneo de Apertura 2004, por lo que algún día espera retornar al equipo.
"Voy a volver, seguro, ahora no tan pronto, pero a futuro sí, a continuar la labor y a llegar hasta donde yo esperé que podíamos llegar", manifestó.
El camino de la renuncia
La salida de Héctor Pinto comenzó a construirse el lunes con las declaraciones del presidente azul, Lino Díaz, que insinuó que podría reintegrar al plantel a Diego Rivarola, uno de los jugadores que el DT marginó para 2006.
Eso, sumado a las posteriores amenazas de muerte que llegaron a su celular, la decisión de no renovar con el volante Víctor Cancino y el ariete uruguayo Juan Manuel Olivera, así como la llegada de Sergio Vargas como gerente deportivo y con facultad para incidir en su trabajo, gatillaron la partida del estratega.
La noche del martes, Pinto se reunió con Díaz, cita que repitió este miércoles pasado el mediodía y por casi dos horas, luego de la cual, el timonel anunció el alejamiento del entrenador.
Como sucesor ya suena el paraguayo Rogelio Delgado, ex zaguero del cuadro azul que salió campeón en 1994, y quien asumiría en dupla técnica con el propio Vargas, aunque sería el guaraní quien se sentaría en la banca. Otro candidato es el DT de Cobresal Gustavo Huerta. (Cooperativa.cl)