A su regreso a Argentina luego de su presencia en la selección nacional que derrotó por 2-0 a Bolivia en La Paz, Marcelo Salas se dio tiempo para hablar largamente con el diario trasandino Olé, en la cual manifestó su clara intención de permanecer en River Plate hasta el fin de su carrera, que se extenderá por "un par de años" más.

 

Consultado sobre la posibilidad de permanecer en River Plate para pelear por la Copa Libertadores y la Intercontinental, Salas confidenció su deseo por sumar ambos títulos a su palmarés, jugar el Mundial de Alemania con Chile, y abandonar la actividad futbolística.

 

"Son dos trofeos que no tengo y muero por conseguir. Llegué a una semifinal de la Copa (con Universidad de Chile en 1996), y en la Intercontinental que perdimos con 'la Juve' entré 20 minutos, y me quedó esa espinita. Además, estoy pensando en jugar un par de años, no más. Voy al Mundial (de Alemania 2006) y listo, me retiro. Tendré 31. Buena edad, ¿no?", aseguró Salas.

 

Junto con aclarar que no pretende regresar al fútbol europeo porque "estaría lejos de mis hijas (viven en Chile) y de mi familia, mientras en Argentina los tengo a una hora y media de viaje", el capitán de la selección nacional sostuvo que pretende permanecer en River Plate para "conseguir cosas importantes".

 

"Estoy muy contento acá y me quiero quedar. Escuché rumores de Europa, pero no sé nada. Me concentro en el equipo porque confío en que vamos a conseguir cosas importantes", aseguró.

 

Al referirse a la racha de lesiones que soportó en 2003 por la cual jugó pocos partidos en Italia y Argentina y ninguno con la selección chilena, Salas aseguró que temió que su carrera terminara tempranamente.

 

"En un momento me dije 'si me vuelvo a lesionar, ya está'. Quizá lo ideal era tomarse un descanso de un par de meses y luego regresar, pero seguro que me iba a costar más. Ya estaba cansado, hacía todo para volver y me lesionaba. Y lo complicado es mantener la calma", sostuvo.

 

Salas reiteró que Manuel Pellegrini no fue culpable de sus reiteradas lesiones por apurar su regreso a las canchas sin estar totalmente recuperado, afirmando que "había que apoyar y yo estaba con muchas ganas de jugar. No había jugadores y quería dar una mano".

 

"No hay que echarle la culpa a Manuel (Pellegrini). El tema es que no tuve tiempo para hacer un buen trabajo físico con él. Te cuento: antes de la final de la Copa Sudamericana, me aclaró que si no me sentía bien, no jugaba", aseveró.

 

En plena forma física, después de jugar seis partidos con River y reaparecer en la selección chilena con una victoria ante Bolivia (0-2) en las clasificatorias para el Mundial 2006, el atacante aseguró que le "falta poco" para "volver a ser el de antes".

 

"Creo que mi realidad es ésta. Me falta poco para ser el de antes, el de siempre. Pero al menos demostré que no estaba roto", señaló.

 

"Es un momento muy lindo. No sé si me lo esperaba o no, mentiría si asegurara alguna de las dos cosas. Yo siempre pienso que puedo hacer goles en todos los partidos. Pero quería verme así, después de tantas dudas", concluyó el capitán del combinado nacional, figura en el triunfo sobre el cojunto altiplánico.