La selección chilena sub 20 comenzará este 11 de junio su cuarta participación en un Mundial Juvenil, luego de disputar con distinta suerte el certamen que se disputó en suelo nacional en 1987 y los torneos de Qatar 1995 y Argentina 2001.

 

La primera presencia de nuestra escuadra en un Mundial fue justamente en Chile, cuando la FIFA le otorgó la organización del certamen que se desarrolló entre el 10 y el 25 de octubre en cuatro sedes: Antofagasta, Valparaíso, Santiago y Concepción.

 

Y el equipo nacional respondió como debía, al pasar cuartos de final etapa como el segundo mejor equipo del Grupo A, por detrás de la temible Yugoslavia adiestrada por Mirko Jozic, y luego avanzar con un cerrado triunfo por 1-0 sobre Italia.

 

En la semifinal ante la República Federal Alemana de nada sirvió el constante apoyo de los más de 36.000 espectadores que llegaron hasta el Estadio Municipal de Concepción, y Chile se inclinó por un claro 4-0 para ver frustrado su intento de luchar por el título.

 

En el partido por el consuelo, disputado el 25 de octubre en el Estadio Nacional, la escuadra dirigida por Luis Ibarra dio una dura pelea ante la República Democrática Alemana, y luego de igualar 1-1 (con tanto de Pedro González para el empate a los 84'), cayó por 3-1 en los lanzamientos penales para terminar en el cuarto lugar.

 

Quizás no fue un gran resultado por cuanto no alcanzó para estar en el podio final, pero aún se recuerda esa actuación en que jóvenes figuras como Javier Margas, Fabián Estay, Juan Carreño, Pedro González o el fallecido Raimundo Tupper, nos llevaron hasta las instancias finales de un Mundial.

 

En Qatar comenzó la debacle

 

El Mundial de Qatar 1995 representaba una gran posibilidad de obtener un buen resultado por cuanto el equipo estaba conformado en gran parte por los jugadores que llevaron a Chile a obtener el tercer puesto en el Sub 17 de Japón 1993, pero contrario a lo que podía esperarse, los resultados fueron nefastos.

 

Como parte del Grupo B, Chile empató dos encuentros (ante Japón y Burundi) y perdió estrepitosamente con España por 6-3, para despedirse sin pena ni gloria en la primera fase del certamen que se disputó en Doha.

 

Si los resultados fueron nefastos, lo peor estuvo fuera de la cancha, ya que miembros del equipo nacional, entre ellos los ex sub 17 Frank Lobos y Héctor Tapia se vieron envueltos en una confusa situación donde recibieron incentivos para obtener resultados, como parte de una red de apuestas.

 

Argentina fue la última estación

 

La última vez que la selección chilena estuvo en un Mundial Juvenil fue en Argentina 2001, donde mejoró en algo al ganar un encuentro de la primera fase, aunque de todas formas se despidió como el peor del Grupo C con una victoria y dos reveses.

 

Chile comenzó mal al caer por 4-2 ante Ucrania en su debut, y las cosas no mejoraron en el segundo encuentro, ya que Estados Unidos le propinó la segunda derrota consecutiva al vapulearlo por un categórico 4-1.

 

La escuadra dirigida en ese entonces por Héctor Pinto se despidió con un triunfo por 1-0 ante Japón que sólo sirvió para salvar en algo el honor, pero no para evitar un postrero cuarto puesto y una temprana eliminación.

 

Pero uno de los hechos por los que más se recuerda a la sub 20 de 2001 es por la pintoresca visita a un sauna en las horas previas al viaje que trasladaría al equipo rumbo a Mendoza para disputar la competencia.

 

"Pasamos por una calle (MacIver) donde vimos una luces. Uno de nosotros se bajó, comenzamos a conversar con una señora y a los pocos minutos llegaron los carabineros, nos pidieron carné y después nos tomaron detenidos", relató el volante Jaime Valdés, actualmente en Lecce de Italia y en la selección adulta.

 

Un grupo de ocho jugadores fue detenido por ingresar a un sauna que había sido clausurado por la Municipalidad de Santiago, aunque el asunto no pasó a mayores y sólo fueron citados a declarar en calidad de testigos.

 

Sebastián Pardo (hoy en Feyenoord de Holanda), Mario Salgado (Santiago Wanderers) y Rodrigo Millar (Huachipato) también estuvieron involucrados en el hecho que marcó la previa del Mundial 2001.