Harold Mayne-Nicholls siguió agregando detalles inéditos sobre la injustificada represión policial que recibieron jugadores y algunos dirigentes de la selección chilena sub 20 tras jugar frente a Argentina en las semifinales del Mundial Juvenil.
El presidente de la ANFP contó al diario La Tercera que el domingo en la jornada final del Mundial "identifiqué al policía que dio la orden de lanzar el gas, se llama Reeves. El hombre fue al estadio, me acerqué a él, comenzó a mirar para otro lado, se hizo el leso. No le dije nada, sólo le anoté el número de placa (4476)".
"Mandé a llamar a este Reeves y le pregunté porqué había actuado así, y me dijo que 'cuando manejamos criminales como los suyos usamos gas y electricidad'", completó.
El dirigente también relató su experiencia personal y lo que vivieron los futbolistas: "Los masacraron… A (Arturo) Vidal no lo alcanzaron a tirar al suelo, pero a (Mauricio) Isla y Medel se les tiraron entre cinco. A mí también me pegaron y cuando increpo al policía, Vidal me dice: 'Don Harold, ¡preocúpese de Gary que le están pegando!' Caminé hacia allá y entre cuatro policías me tomaron por la espalda y me pegaron varillazos. Vidal se mantuvo en pie y fue el único que logró defenderse un poco".
"Estuvimos una hora y cuarto (detenidos). Negocié con un policía. En el camarín había 16 chilenos y fácil 50 ó 60 policías. Se reían entre ellos y se ufanaban de haberles pegado a los jugadores", agregó.
"Los muchachos me dijeron que no jugáramos el partido del domingo y les pedí que se calmaran", remató el timonel del fútbol chileno. (Agencias)