Resumen: Chile coronó una campaña histórica con el premio de consuelo

Llegaron con la idea de salir campeones y aunque no lo consiguieron, los seleccionados sub 20 coronaron una campaña histórica alzándose con el tercer lugar del Mundial de Canadá, donde el conjunto nacional dio más alegrías que tristezas a los aficionados chilenos.

El conjunto nacional comenzó tenía un complicado debut ante los locales, pero los dueños de casa fueron presa de la intensidad propuesta por los pupilos de José Sulantay y con goles de Nicolás Medina, Carlos Carmona y Jaime Grondona, el equipo comenzó a mostrar su candidatura.

En el camino apareció Congo y en la formación inicial por fin estuvo Alexis Sánchez (suspendido para la fecha inicial), quien deslumbró al mundo completo para liderar el triunfo por 3-0 sobre los africanos. El tocopillano, Medina y Arturo Vidal sentenciaron el marcador y la clasificación de los chilenos a los octavos de final del certamen.

El partido ante Austria fue el más bajo de la "rojita" en la primera ronda y el 0-0 sirvió para demostrar la capacidad defensiva del cuadro criollo, en especial, del portero Christopher Toselli, uno de los mejores cancerberos del torneo.

En octavos, el rival fue Portugal. Un equipo complicado, pero la seguridad en la última línea y el oportunismo de Vidal alcanzaron para hacer trizas la estantería lusitana, y así instalar en cuartos de final al conjunto nacional.

El hambre crecía entre los jugadores y la expectación entre los chilenos iba en alza. Todo apuntaba a una participación histórica, más aún luego del espectacular triunfo por 4-0 sobre Nigeria.

La sub 20 igualó sin goles ante los africanos, pero cuando parecía que las piernas no daban más, en el tiempo suplementario hizo trizas al equipo de las "súper águilas" y lo derrotó por 4-0 con goles de Grondona, Mauricio Isla (2) y Mathias Vidangossy.

Llegó Argentina en semifinales. La camiseta albiceleste hablaba por sí sola y los chilenos sintieron la presión de enfrentarse a una instancia crucial y en medio de los errores propios y de las virtudes del conjunto trasandino se acabó la ilusión: un 0-3 lapidario y que desencadenó la impotencia de los chilenos.

Vino la brutalidad de los policías canadienses, la abundante parsimonia de la FIFA y las acciones diplomáticas.

Los jugadores quisieron dar vuelta la página y lo lograron con el triunfo ante Austria. Hans Martínez le dio la medalla de bronce a Chile y le devolvió las sonrisas al conjunto nacional.