Detalles, hasta ahora desconocidos, de los hechos de violencia que se produjeron entre la policía canadiense y los jugadores del seleccionado nacional sub 20 tras la semifinal de la Copa del Mundo ante Argentina dio a conocer el jugador de Unión Española Isaías Peralta.
El volante, en declaraciones al diario El Mercurio, reconoció por primera vez que ese fatídico día hubo una agresión a una mujer, específicamente a una oficial de la policía local.
"No sé quién le habrá pegado, pero sí, hubo agresión a una mujer policía. Y la agredieron porque los policías nos pegaron primero. Los que estaban en el bus bajaron porque vieron lo que pasaba. Ella estaba ahí, pero no sé quién la golpeó", puntualizó.
"Fuimos con Vidal a ver a la gente como siempre lo hacíamos después de los partidos y no nos dejaron. Dijimos que cómo, si nosotros somos los protagonistas. Nos pusimos a gritar, había una mujer policía, la que tenía el gas pimienta, que era la que más gritaba. El 'paco' que estaba a su lado le pegó a Vidal. Ahí quedó la escoba", manifestó.
"Luego reaccionamos, cómo nos íbamos a quedar así. Ahí sentí la corriente, y vi que la mujer, la policía, estaba tirada en el suelo", narró.
Policía canadiense entregó detalles de la investigación
Los dichos de Peralta concuerdan con la versión del portavoz de los uniformados locales, Mark Pugash, quien también entregó detalles inéditos de los hechos producidos en Toronto.
Tras las investigaciones de rigor, la versión del organismo canadiense indica que los jugadores nacionales agredieron a una mujer policía y a otros oficiales, y también agrega una serie de antecedentes que explican la "feroz reacción" de los agentes ese jueves 19 de julio en Toronto.
"Los jugadores chilenos estaban un poco alterados después del partido, básicamente con él árbitro (Wolfgang Stark). Lo confrontaron y entraron en contacto con los guardias que escoltaban al juez. Ese fue el primer instante en que debimos calmar los ánimos, pero nada más. Sólo separar", detalla la policía.
"Cuando los jugadores abandonan el vestuario, uno de ellos, no sabría decirle el nombre, comienza una discusión con un hincha argentino. Esa discusión se fue empeorando, nosotros le decimos al jugador que entre al bus, pero él se niega. Llamamos al intérprete, al único que había, y le pedimos 'sube a este tipo al bus'. Como fue imposible convencerlo, tuvimos que tomarlo y tratar de escoltarlo, y entonces bajaron otros jugadores, alterados, como a tratar de defenderlo…", añade el informe.
Según el oficial, el origen de la trifulca se originó después que un seleccionado golpeara a una oficial en la cara.
"Hubo que subir a los jugadores, quienes se resistían y golpeaban de vuelta. Entonces, uno de ellos golpeó a una mujer policía en la cara, con un golpe de puño, y nuestra efectiva cayó al piso de golpe", recordó.
"Luego, cuando los jugadores fueron subidos al vehículo comenzaron a hacer destrozos en el bus. Rompieron los vidrios, otros implementos, los lanzaban por las ventanas. Como no podíamos permitir que siguieran haciendo destrozos, decidimos desalojarlos y llevarlos al interior. Se hizo uso de nuestro deber de utilizar la fuerza necesaria para apaciguar", comentó.
Pugash, además, descartó enérgicamente que el hecho haya tenido carácter racista, tal como lo comentaron algunos jugadores nacionales.
"Eso no tiene lógica alguna. No sabemos si los jugadores hablaban inglés, pues sólo nos comunicamos a través del intérprete", indicó. (Cooperativa.cl)