En definitiva este martes se realizó el clásico universitario en el Estadio Nacional. Los jugadores de Universidad de Chile solucionaron su problema de sueldos pendientes y se presentaron al encuentro contra Universidad Católica.

 

El plantel de la U aceptó el pago atrasado correspondiente a marzo, tras una reunión de 45 minutos sostenida con el presidente del club, René Orozco, en el Caracol Azul.

 

El timonel de U. de Chile llegó a las 17:06 horas (21:06 GMT), detrás del gerente de finanzas de la institución, Nelson Bustamante, quien llevó los cheques con los salarios de los futbolistas.

 

Luego de la junta, el defensa Roberto Cáceres confirmó que el equipo se presentaría ante su tradicional rival.

 

"Sí, se juega. Con ganas, porque es importante para nosotros, es un clásico donde se juegan muchas cosas. Vamos a jugar por la gente por la institución y que eso quede bien claro", afirmó.

 

En todo caso, los problemas no se terminaron para Orozco, pues ahora se le viene encima la situación de los funcionarios y miembros del cuerpo técnico de cadetes, a quienes se les adeuda sus remuneraciones desde enero de 2004. Estos últimos, incluso se negaron este martes a trabajar y enviaron a sus casas a sus jóvenes dirigidos.

 

Además, entregaron una declaración pública de nueve puntos en la que criticaron la actitud de los dirigentes del cub.

 

Orozco lamentó la postura asumida por los técnicos y preparadores físicos de las divisiones menores.

 

"Lo negativo para mí, y quiero ser muy honesto, es que después de hablar una hora con la gente de cadetes, me dicen que sacaron una declaración pública. Eso, después de haberles explicado que vamos a tener más de 20 millones (de pesos) para pagarles. Sentí que fui apuñalado por ellos", señaló el presidente de la U.