Rolando Molina fue presidente de la extinta Asociación Central de Fútbol durante la dictadura de Augusto Pinochet y en diálogo con Al Aire Libre en Cooperativa comentó parte de lo que fue su mandato.
Aseguró, por ejemplo, que hubo incomodidades de parte del régimen militar. “Habían presiones, no había presiones físicas, pero sí eran momentos complicados”, señaló.
“Tuvimos dificultades con quien era director de Digeder, general Sergio Badiola. Parecía que quería aparecer, nunca lo entendí y no teníamos ayuda estatal hasta que intervino Pinochet y el Banco del Estado nos hizo un préstamo grande, financió a los clubes de provincias y yo llegué hasta ahí no más”, añadió.
Respecto de lo que fue su mandato, Molina destacó la posibilidad de llevar el fútbol a todo Chile.
“Formé una Primera División con equipos que habían bajado a Segunda por razones más económicas que de fútbol, extendí el fútbol por todo el país, desde Arica e Iquique hasta Puerto Montt. Creamos la Segunda División nacional, pero los clubes no tenían recursos y muchos subsitistieron, pero las provincias y el gobierno militar no ayudaron”, comentó.
Apoyo a Harold
El ex directivo se refirió a las actuales elecciones y comentó que de momento “lo más importante es la unidad, porque estas divisiones que ocurren por asuntos electorales y encontrarse complicados insolubles, pero que Mayne-Nicholls los ha solucionado, los ha arreglado y lo lógico es que lo reeligan”.
“Sé que los dirigentes de los clubes chilenos hacen un esfuerzo por mantener los clubes y dejan de lado cosas personales, pero Mayne-Nicholls tiene una ventaja, que es la relación internacional abierta. El puede seguir incrementando el desarrollo”, añadió.
“Creo que Harold está en un especie de programa y quizás sería bueno que estuviera otro período para vincular el fútbol chileno con el mundo. Tiene esa llave con la FIFA, que no tienen los demás”, remató.