Para bien o para mal el doctor René Orozco será recordado en Universidad de Chile. Y no sólo por su controvertida personalidad, sino además por los éxitos deportivos reflejados en cinco títulos nacionales y por los problemas en materia económica que rodearon al club, principalmente en la última etapa de su presidencia, producto del desorden admistrativo.

 

Luego que tocara fondo en 1988 con el descenso a Segunda División y tras retornar al fútbol de honor al año siguiente, la U pasó apuros un par de temporadas más antes de iniciar en noviembre de 1991, con la llegada de Orozco, un proceso que la llevó nuevamente al primer sitial del balompié nacional.

 

De la mano del nefrólogo de ideas firmes y áspero trato con sus enemigos, el cuadro universitario rompió 25 años de frustraciones al conquistar el bicampeonato 1994-1995, al que se sumó otro en 1999-2000 y el reciente título del Torneo de Apertura 2004.

 

Además, se unieron a las vitrinas del club los trofeos de los torneos de Apertura 1998 y 2000 (ex Copa Chile).

 

La deuda en materia de logros para la administración de Orozco estuvo en el plano internacional, que, en todo caso, fue coherente con la historia de la institución, que no sabe que hitos fuera de las fronteras.

 

Sin embargo, en 1996, la U logró repetir su mejor figuración en Copa Libertadores al llegar a semifinales (la primera vez fue en 1970), donde cayó ante River Plate, que levantaría el trofeo continental.

 

Orozco consiguió devolverle la solidez deportiva a Universidad de Chile. No obstante y si bien en un principio recuperó económicamente al club, el desorden que tomó posteriormente su gestión directiva sumió a la U en otra profunda crisis que estuvo a punto de llevarla a la quiebra este año, por una deuda de 5.400 millones de pesos con la Tesorería General de la República.

 

Los problemas financieros en 2004 han sido una constante para los azules, que también escaparon de una clausura por parte de la Dirección del Trabajo, al no cancelar cuatro meses de sueldos a sus funcionarios.

 

Los jugadores también han sufrido prácticamente todos los meses los atrasos en el pago de sus salarios, lo que en octubre le llevó a perder tres puntos por no presentar a tiempo en la ANFP las planillas de remuneraciones de septiembre.

 

Así, con una seguidilla de conflictos terminó la historia de René Orozco en la U, con gratos recuerdos en una primera etapa y numerosos sinsabores en el tramo final.