El partido de París 2024, que terminó con múltiples cuestionamientos, luego que se dieran 18 minutos de adición cuando el elenco africano ganaba 2-1, no es algo inédito en esta competencia.

Desde siempre la FIFA ha mostrado sus cuestionamientos a que los mejores de sus deportistas concurran a los Juegos Olímpicos, tal cual lo hacen en las otras disciplinas, lo que históricamente ha provocado roces. Pero no es sólo eso lo que ha ensombrecido esta relación.

El fútbol y los Juegos Olímpicos no se llevan bien.

Hechos cuestionables, partidos con arbitrajes muy polémicos, como el que vivió Chile ante Italia en Los Ángeles en 1984, son nada comparado a los que se vivió hoy en el estadio Geoffroy-Guichard de Saint-Étienne entre Argentina y Marruecos. Pero no es una situación única.

En Londres 2012 por la competencia femenina, Corea del Norte enfrentó a Colombia, y en la presentación de los equipos en la pantalla gigante pusieron la bandera de Corea del sur, por lo que las futbolistas asiáticas consideraron tal hecho como una ofensa grave. Se negaron a jugar, amenazaron con retirarse de la competencia.

La organización debió disculparse, pidió perdón y luego de varias deliberaciones el elenco norcoreano accedió, jugaron más de una hora después, y terminó ganando el partido por 2-0.

El escándalo de Berlín 1936, en pleno régimen Nazi 

En los cuartos de final de los Juegos de Berlín 1936, Perú enfrentó a Austria. El partido terminó igualado y en tiempo extra el conjunto incaico se impuso por 4-2. Pero alegaron muchas irregularidades, tanto que en ese alargue anotaron cinco goles, y les anularon tres. Durante ese lapso hubo invasión en el terreno de juego. Los europeos alegaron que allí sufrieron amenazas y agresiones, y por eso perdieron.

La organización determinó que había que repetir el partido. Perú no fue escuchado en sus alegatos. Luego se comprobó que no eran hinchas peruanos, y que los supuestos seguidores habían sido enviados por el mismísimo Joseph Goebbles, ministro del régimen Nazi, a generar estos disturbios por el triunfo peruano.

El representativo de Perú se retiró íntegramente de los Juegos de Berlín 1936 como protesta, Colombia solidarizó y también abandonó la competencia. Argentina, Chile, México y Uruguay protestaron en apoyo de su par sudamericano. Una historia que demuestra que el Futbol y los Juegos Olímpicos no se han llevado bien.