Un particular torneo de exhibición de tenis se está llevando a cabo en Alemania, durante estos días, en el que ocho jugadores buscan dar el primer paso, con miras a un posible retorno del circuito internacional, el cual está detenido hace cerca de dos meses por el coronavirus.
Este evento que se echó a andar este viernes y que va a proseguir el 7 y también el 14 de mayo, en la Academia de Tenis Base de Hoehr-Grenzhausen, cerca de Coblenza, se lleca a cabo sin público, sin jueces de línea, sin pasapelotas. Solo los dos jugadores y el árbitro principal han podido estar en la pista cubierta de tierra batida.
No es oficial. Tampoco computan los triunfos. Pero es un paso al frente hacia la normalidad. Un desafío al virus.
El alemán Dustin Brown, otrora jugador entre los setenta primeros del mundo y recordado por su victoria ante Rafael Nadal en la segunda ronda del torneo de Wimbledon hace cinco años, fue la cabeza visible del inicio de la desescalada del coronavirus en las pistas.
Brown ganó a su compatriota Corentin Schmitz. No hubo apretones de mano, ni felicitaciones. Ni auxiliares de los jugadores, que manejaron sus propias toallas y llevaron la bebida y la fruta con la que recuperan energía en cada cambio de zona. El desinfectante estaba por todas partes.
“Fue complicado porque es difícil motivarte cuando no hay una fecha para regresar a las pistas. Pero bueno, hace dos semanas ni siquiera estar en una cancha estaba entre los planes, Creo que todos los que hemos participado estamos felices por volver”, dijo Dustin Brown, que ganó sus dos partidos, ante Constantin Schmitz Jean Marc Werner en parciales de cuatro juegos cada uno en lugar de los seis habituales.
Yannick Hanfmann, fue el tenista con mejor ránking, número 143, que participó en el evento. “Fue genial. Extraño pero agradable estar de vuelta. Fue como un entrenamiento con un amigo”, apuntó. Ganó a Johannes Haerteis y también a Benjamin Hassan.
Este evento es el punto de arranque de una serie de torneos de exhibición que están previstos a continuación. Un primer paso, un ensayo. Un desahogo, a puerta cerrada, que pretende cubrir el vacío causado por la cancelación del circuito ATP y WTA y que no tienen previsto volver, como pronto, hasta el 13 de julio. Pero es un comienzo.