El griego Stefanos Tsitsipas, vigente campeón y tercer favorito, no falló ante el alemán Alexander Zverev, lo batió por 6-4 y 6-2, y accedió a la final del Masters 1.000 de Montecarlo cuyo título defenderá ante el español Alejandro Davidovich.
Fue el heleno el que ganó el “clásico de los nuevos tiempos”. Los enfrentamientos entre Tsitsipas y Zverev, asentados hace años entre los mejores del circuito y aspirantes a cada gran evento, son ya habituales. De hecho, en el Country Club se medían por décima vez.
Los antecedentes favorecen al tenista ateniense, que antes de esta semifinal había ganado seis. Entre ellos, los dos que habían jugado en tierra. En Roland Garros, semifinales, el pasado año, y el Masters 1000 de Madrid, en el 2019. Ahora, en Montecarlo, amplió su ventaja particular y acentuó el dominio en arcilla sobre el germano.
Tsitsipas tardó menos de lo esperado en resolver la semifinal. Solo 75 minutos necesitó el quinto jugador del mundo en derribar la resistencia del tercero que sigue sin ganar en Montecarlo. Es este el único torneo Masters 1.000 sobre arcilla que le falta a Zverev que se deshizo paulatinamente y que prácticamente dimitió en el segundo set.
El griego jugará su 19ª final, la cuarta de un Masters 1.000, con solo un éxito, el del año pasado en este escenario, y dos derrotas, en Madrid y Canadá. Pretende el octavo trofeo de su carrera, el primero de este año en su segunda final tras la de Rotterdam.
Stefanos Tsitsipas será el rival este domingo del español Alejandro Davidovich, que previamente resolvió su semifinal contra el búlgaro Grigor Dimitrov.