Universidad de Chile condenó a través de un comunicado los lamentables incidentes protagonizados por un grupo de hinchas tras la caída 3-0 a manos de U. Católica en el Estadio Nacional.

La institución “laica” catalogó el episodio como una “invasión de un grupo de individuos a la cancha, lo que implicó una amenaza para nuestros jugadores y también para los rivales”.

En esa línea, repudiaron los ataques “que recibieron los guardias privados que fueron contratados para la jornada, ejemplificados en una patada cobarde que recibió uno de estos funcionarios mientras intentaba dialogar con los violentos que saltaron a la pista desde las graderías”.

“Nada justifica estos actos vandálicos, bajo ningún contexto. Los condenamos profundamente, porque dañan el trabajo de cientos de personas que se esforzaron por entregar a nuestros fanáticos la mejor organización, pensando en que era nuestro regreso al principal recinto deportivo del país”, sostuvieron desde la U.

El cuadro estudiantil comentó adema´s que reforzaron su plan de seguridad habitual para esta jornada con dos clásicos estudiantiles en el Nacional, el femenino y el masculino.

Por ello, expusieron que “los actos vandálicos que se produjeron tras el pitazo final empañan un enorme trabajo que, finalmente, también afectan a nuestros propios jugadores que, hoy más que nunca, necesitan del apoyo de sus hinchas en las tribunas”.

A raíz de aquello, la U pondrá los antecedentes a disposición de las autoridades “para que se identifique y castigue a quienes invadieron la cancha y/o cometieron actos violentos durante la jornada en Ñuñoa” y por su parte evaluarán sanciones como institución contra los responsables.

Ofrecemos disculpas a nuestros fanáticos por el mal rato vivido en el Estadio Nacional. Por el resultado en la cancha y por lo sucedido tras el final del partido. Aceptamos los reproches, pero sabemos también que, la única forma de salir del mal momento, es la unidad y el trabajo”, finalizaron.