España se coronó campeón de la tercera edición de la UEFA Nations League, tras igualar sin goles con Croacia y ganar por 5-4 la definición a penales en el Estadio De Kuip, en Róterdam, Países Bajos.

El duelo fue parejo entre el equipo hispano y la combativa selección balcánica, liderada por el incombustible Luka Modric.

La intensidad y dureza de la final evitó acciones de peligro hasta que el desgaste entró en escena, con una España tratando de afixiar a una Croacia que forzó la prórroga con su resistencia.

En la definición a penales, el héroe fue arquero Unai Simón, que detuvo dos lanzamientos de los croatas para dar España el quinto título de su historia (Tres Eurocopas (1964, 2008 y 2012, y el Mundial de Sudáfrica 2010).

De esta forma, España se convirtió en sucesor de Portugal y Francia como monarca de la Liga de Naciones de la UEFA.