El 10 de abril de 2025, una tarde que debía ser de fiesta en el Estadio Monumental terminó convertida en una de las jornadas más oscuras en la historia reciente de Colo Colo. Mylan Liempi, de 12 años, y Martina Riquelme, de 18, murieron en las inmediaciones del recinto albo en la previa del duelo ante Fortaleza por Copa Libertadores. Ocho meses después, el caso sigue marcado por contradicciones, demoras y una sensación persistente de impunidad.

La tragedia ocurrió cerca de las 18:30 horas, cuando decenas de hinchas intentaban ingresar al estadio en medio de un operativo policial desbordado. En ese contexto, una reja perimetral cedió y ambos jóvenes quedaron atrapados. La versión inicial apuntó a una avalancha humana, pero con el paso de las horas comenzaron a surgir antecedentes que involucraban directamente a un carro lanzagases de Carabineros.

Audios internos filtrados por un medio de comunicación mostraron a funcionarios asegurando que “en ningún momento fueron atropellados”, aunque reconocían que el vehículo “pisó la reja (…) procediendo a aplastar a los 3-7”, en referencia a las víctimas. Sin embargo, una investigación posterior de CIPER Chile accedió a testimonios reservados que contradicen esa versión y sostienen que el carro policial atropelló directamente a Mylan y Martina. Las certificaciones de defunción reforzaron esa tesis: Martina murió por un “trauma torácico de alta energía”, mientras que Mylan presentó lesiones compatibles con atropello.

⚖️ Formalización tras ocho meses de espera

Este lunes, y tras ocho meses sin avances concretos, la Fiscalía formalizará a dos carabineros involucrados en el operativo por el delito de “apremios ilegítimos agravados por homicidio”. La instancia judicial reabrió el debate sobre el actuar policial y los protocolos de seguridad en eventos masivos, especialmente en partidos de Colo Colo.

Hasta la Fiscalía Metropolitana llegó Pamela Lafuente, madre de Mylan, quien realizó un desgarrador llamado antes de ingresar a la audiencia. “Que me ayuden a hacer justicia por mi hijo, porque lo he pedido de rodillas, le pedí al presidente Gabriel Boric, fui a gritar a la Moneda. Entonces, en este momento le doy gracias por nada al presidente. Ojalá que el presidente que salga ahora me ayude a hacer justicia por mi hijo”, afirmó.

Visiblemente afectada, añadió: “Yo quiero que los Carabineros sean condenados, como cualquier persona civil y no porque tengan uniforme no van a tener justicia, porque a mí me quitaron a mi hijo, a mi cachorrito. Estos meses han sido terribles”.

En uno de los pasajes más crudos, Pamela Lafuente remarcó: “Que limpien el nombre de Mylan, porque él no era como decían en la tele. Era pelusón porque tenía doce años. Era mi guagua”, cerrando con un testimonio que expuso el abandono mediático y el dolor irreparable de su pérdida.

🧑‍⚖️ La voz de la familia de Martina

Por su parte, Mariana Rojas, abogada de la familia de Martina, valoró el giro que ha tenido la investigación. “Este ha sido un caso bastante complejo, como ustedes lo pueden ver, partimos con una perspectiva periodística donde se hablaba de vandalismo, de no tener entradas”, sostuvo.

La abogada enfatizó que “se pudo demostrar que, efectivamente, los hinchas de Colo Colo no son vándalos, menos las personas que fallecieron en esta oportunidad”, y apuntó directamente a Carabineros: “Acá no es un concepto de entrada o no entrada, es un concepto que tiene relación con la falta de protocolo que tiene Carabineros, existe el abuso de la fuerza”.

🕯️ Una herida abierta

A ocho meses de la tragedia, las familias no solo exigen condenas, sino también cambios estructurales en los operativos policiales. El caso del Monumental ya no es solo una causa judicial: es una prueba de fuego para el Estado, Carabineros y el sistema de justicia chileno.

Mylan y Martina fueron a ver fútbol y nunca volvieron. Y mientras la justicia avanza a paso lento, lo sucedido en el Estadio Monumental sigue siendo una herida abierta en el corazón del fútbol chileno.