Superclásico contra Colo Colo, el estratega decidió referirse por primera a los hechos de violencia ocurridos en Argentina, y reveló el drama familiar que le tocó enfrentar.

“Lo de esa noche lo sintetizo en una palabra: locura. No tiene explicación racional. Tengo un hijo de nueve años que estuvo encerrado una hora y media en un palco, con hinchas del otro equipo amenazándolo. Cuando lo vuelvo a ver, cerca de la 1 o 2 de la mañana, me hizo tres preguntas que no tuve respuesta. Fíjese lo difícil que es reenfocarse. Te hace replantearte todo”, confesó Álvarez.

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⚽ Gustavo Álvarez: “Fue un momento doloroso”

Sigueindo con el relato de esa noche de terror, el técnico azul detalló que tras las brutales imágenes de violencia, lo más duro fue la incertidumbre: “El no saber del estado de salud de sus familias y la impotencia de no poder hacer nada. Estoy hablando de muchos kilómetros de distancia y de nosotros mismos, que con una distancia de 100 metros estábamos encerrados en un vestuario, sin saber qué había pasado”, recordó.

La reflexión de Álvarez apuntó al desprecio por la vida mostrado aquella noche en Avellaneda. “Fue un momento doloroso, donde sentí un gran desprecio por la vida, por el prójimo y un odio infundado. El fútbol no es lugar para estas cuestiones. Gracias a Dios no lamentamos fallecimientos, pero no deja de ser muy doloroso y nos obliga a replantearnos muchas cosas”, lamentó.

El estratega recalcó que la violencia excedió lo deportivo. “No fue rivalidad, fue odio. Y cuando hay odio, uno no sabe hasta dónde puede escalar. Eso es lo que más miedo da como padre y como entrenador que ve a sus hinchas sufriendo”.

🔵 El agradecimiento de Álvarez y la antesala del Superclásico

En medio del drama vivido por los hinchas azules y sus familias, Álvarez agradeció los gestos de apoyo. “Empezando por la ANFP y jugadores. No vi mucho, no todo, pero vi públicos. Como Everton, que accedió a no jugar. A Colo Colo hago especial mención y agradecimiento. Me parece que la competitividad deportiva es una cosa y el odio infundado entre nacionalidades o hinchadas no tiene sentido“, expresó.

Finalmente, dejó un mensaje claro de cara a lo que viene: “Hoy la cabeza la tengo en el Superclásico, pero créame que estas cosas te cambian. Uno ya no mira igual un partido cuando sabe que su hijo estuvo en peligro. El fútbol tiene que ser pasión, no una trinchera de violencia“.