Por Antonio Arancio Gálvez, desde Buenos Aires
El sábado 21 de abril Diego Armando Maradona fue internado, bajo propia voluntad, en la Clínica de salud mental Avril, donde se encuentra sometido a un tratamiento por el alcoholismo que padece. En el lugar se encuentra aislado, con visitas controladas de su familia y el recinto no entrega comunicados de prensa como sí lo hacían los centros donde se le atendió por su hepatitis tóxica.
Y está realmente aislado. La clínica, ubicada en la calle Humahuaca en el barrio porteño de Almagro (a una cuadra de la avenida Corrientes), luce sin la presencia de los integrantes de la supuestamente incondicional iglesia maradonadiana, hinchas comunes del mejor futbolista de todos los tiempos o periodistas.
Llegamos hasta el recinto para conocer dónde estaba internado el "10" y sólo nos encontramos con la encargada de la portería. Una rubia que de entrada dejó en claro que la simpatía no era lo suyo, quizás invadida por la incomodidad ante los insistentes rumores que apuntan a la muerte de Maradona.
Este fue el diálogo.
– Señorita soy periodista chileno
"La política de la clínica es no dar información de ninguno de los pacientes".
– Vengo a preguntar por Maradona
"Le repito que no se entrega…"
– Está bien, pero me gustaría saber si vienen hinchas a gritarle
"Ninguno".
– ¿Y no cuelgan banderas o lienzos?
"No"
–¿Y periodistas vienen?
"Ninguno. (Soy el primero, si es que le creemos)".
–¿Nadie pasa tocando la bocina?
"No".
– No le creo
"Ese es problema sucho (suyo)".
Ese fue el fin de la seudo conversación, tras una mirada de desprecio total. Políticas de la clínica, que horas más tarde de nuestra visita debió salir al paso de las versiones que indicaban la muerte del ídolo.
La vocería oficial de Maradona la tiene el doctor Alfredo Cahe, quien en las últimas horas indicó que "si fracasa este tratamiento que empezó el sábado existe la posibilidad de ir fuera del país".
Un centro especializado en Suiza es la opción que se maneja para trasladar al ex capitán de la selección, si es que fuera necesario.
"Diego decidió por sus propios medios internarse y seguir esta etapa por sí mismo para corregir el tema del alcohol. Ahora resolvió enfrentarse a ciertos aspectos de su personalidad", agregó Cahe.
El médico ratificó que el ex jugador "no tendrá visitas de ningún tipo" durante su internación en la clínica Avril. "Lo único que se va a hacer es citar periódicamente a los familiares directos para comentarles cómo va el tratamiento", finalizó Cahe.
La clínica Avril, donde está internado el argentino, se especializa en internaciones breves con tratamientos asistenciales intensivos y de duración indeterminada. Es un edificio de cinco pisos, con las ventanas enrejadas, donde todo se maneja con total hermetismo. Es la soledad del Diego. (Cooperativa.cl)