El seleccionador italiano de fútbol, Roberto Mancini, aseguró con la muerte de Gianluca Vialli, a sus 58 años en un hospital de Londres, perdió más que a un amigo, considerando a su antiguo compañero como un hermano.

“Es una gran pérdida, para mí, para su familia en primer lugar y para todo el fútbol italiano. Pierdo un hermano, esperaba un milagro“, dijo Mancini al día siguiente de la muerte de su “gemelo” en una entrevista realizada y difundida por la Federación Italiana de fútbol (FIGC) .

“Nos veíamos, hablábamos, bromeábamos, siempre estaba de buen humor y eso me levantaba un poco el ánimo. Nuestra relación era de gran respeto, cariño, amistad. Luca era la alegría y debe ser recordado de esa manera“, añadió Mancini.

Vialli, uno de los futbolistas, dirigentes y entrenadores más importantes de Italia falleció el pasado 6 de enero debido a un cáncer de páncreas que lo apartó de su cargo en la delegación de la “Azzurra”. Como jugador, compartió camarín con Mancini en Sampdoria entre 1984 y 1992, donde forjaron una fuerte amistad.