El argentino Juan Sebastián Verón, volante de Inter de Milán, dejó en el pasado los roces que tuvo con su nuevo compañero, el chileno David Pizarro, cuando fueron rivales.
Pizarro reconoció durante su presentación en Inter que le resultará extraño jugar ahora al lado del trasandino, pero que las diferencias quedaron olvidadas.
"Con Verón hemos jugado muchos partidos como adversarios e, incluso, algunos han terminado con duros choques, pero todo se termina en la cancha y no hay problemas entre nosotros", señaló el porteño.
Similar postura tomó el argentino, quien sostuvo este lunes que pese a que con anterioridad se habían peleado mucho en otros equipos ahora conviven en el vestuario de Inter "y todo lo demás pertenece al pasado".
Pero esa amistosa declaración no le impidió a Verón asumir su condición de motor del equipo dentro de la cancha, al asegurar que le gusta tener en sus manos "la llave del centro del campo" del cuadro lombardo.
El volante, de 30 años, afirmó que es un jugador al que le gusta hacerse notar, "también en el vestuario, aunque para ser un líder es necesario que los compañeros te vean como tal".
Verón, que comparte vestuario con otros seis argentinos en Inter, aseveró que pese a que son muchos, no forman un grupo aparte. "Intentamos trasmitir nuestros valores a los compañeros, enriqueciéndonos mutuamente", declaró.
El domingo, Pizarro entregó sus impresiones tras el primer partido que jugó el domingo con su nuevo equipo ante una selección local de Risconi di Brunico y se refirió también al "tema Verón": "Me ha impresionado el calor y el entusiasmo de la gente . Estar en el Inter es mi victoria. ¿Verón y yo en el centro del campo? A Mancini le gustan los equipos que juegan bien. Dependerá de nostros". (Agencias)