El austríaco Dominic Thiem, quinto en el ranking mundial y en el mejor momento de su carrera, fulminó al ruso Daniil Medvedev (14°) por 6-4 y 6-0, en apenas una hora y trece minutos, y conquistó el título en el ATP 500 de Barcelona.

Con tenis sin fisuras, el pupilo de Nicolás Massú logró su primer título en el "Conde de Godó", tras perder hace dos años la final ante Rafael Nadal (2°).

Y eso que Medvedev sorprendió a Thiem con un arranque fulgurante que le sirvió para colocarse 3-0 por delante. El ruso, más metido en pista y con un tenis muy agresivo, conectaba golpes ganadores mientras el austríaco, algo tenso, parecía acusar su papel de favorito.

Pero Thiem tenía un plan: insistir con el revés cortado hasta desesperar a Medvedev, incapaz de contrarrestarlo con sus golpes planos.

Así, después de ese 3-0 en contra, Thiem encadenó cinco juegos seguidos, que pudieron ser seis si no llega a desperdiciar un punto de quiebre para cerrar el primer set.

Medvedev salvó su saque y pidió la asistencia del médico mientras se quejaba de su hombro derecho. Al salir de nuevo a pista, el número 14 de la ATP sufrió correctivo aun mayor.

Thiem cerró el set con su servicio y le endosó un 6-0 en el segundo. Veinte minutos de vendaval en el que Medvedev, mucho menos bregado en el polvo de ladrillo que su adversario, solo fue capaz de hacerle cinco puntos.

A sus 25 años, el nuevo campeón del Godó se encuentra en plena madurez y se ha convertido en un auténtico especialista en tierra, una superficie donde, cada día que pasa, presenta con más vehemencia su candidatura para relevar a Nadal.