Mal le fue a Fernando González (7º de la ATP) en su intención de volver a alcanzar la final del Abierto de Australia, luego que se topara con el encendido croata Marin Cilic (57º) que con un gran saque y sólido juego lo batió por 2-6, 7-6 (4), 3-6 y 1-6 en el Rod Laver Arena, en la tercera ronda del Abierto de Australia.

 

Pese a que el inicio del partido respondió a la lógica, con un chileno agresivo y el europeo tratando de defenderse, la falta de contundencia del oriundo de La Reina le terminó pasando la cuenta. No pudo cerrar el break point que gozó en el tercer juego y en el siguiente, Cilic le quebró.

 

Y no paró hasta llevarse el primer parcial por un expresivo 6-2 con un santiaguino enrabiado y sacudiendo su raqueta contra el piso. Pero, más allá de los propios errores, Gonzalez perdió, porque se encontró como un inspiradísimo croata, que con apenas 19 años, se las arregló para complicar con su saque y movilidad.

 

El estrecho segundo set, que el chileno se adjudicó en tie break sólo fue un espejismo, porque en los capítulos siguientes el residente de Zagreb creció sin freno y a su temible servicio agregó precisos quiebres en los arranques que terminaron por desmoralizar al pupilo de Larry Stefanki.

 

La única vez que González consiguió un quiebre, sufrió otro en forma inmediata, reflejando la impotencia por no poder desarrollar su tenis, no tanto porque tuvo un mal día, sino porque su adversario estuvo con todas las luces encendidas y le asestó un duro golpe que tendrá notorias consecuencias.

 

Al no poder llegar a la ronda decisiva que alcanzó en 2007, la tercera raqueta nacional sufrirá un retroceso en el Sistema de Entrada de la ATP que probablemente lo sacará de lista de los diez mejores, obligándolo a tener un buen semestre, período en que no gozó de buenos resultados en la temporada anterior.

 

El próximo desafío del medallista de bronce en Atenas 2004 será el Movistar Open de Viña del Mar, donde ante su público buscará dar el paso inicial para su recuperación. (Cooperativa.cl)