"Ustedes vieron que no hice ningún show", se defendió Nicolás Massú (58° de la ATP) cuando fue consultado por la discusión que tuvo con Guillermo Coria (8°) en el partido que protagonizaron por octavos de final del US Open, que terminó con triunfo del argentino por 6-4, 2-6, 6-7 (7), 6-2 y 6-2.
Massú explicó que reaccionó ante los gestos de Coria, quien dio a entender que estaba exagerando una molestia en el muslo de la pierna izquierda y luego pidió asistencia médica para su "propia dolencia".
"El sabe que cometió un error porque si él hace algo uno tiene derecho a enojarse. Cuando voy y le pregunto qué le pasa… me dice 'anda a sentarte' y entonces uno no puede quedarse tranquilo en un partido caliente, en el quinto set. Es normal que uno salte", dijo Massú.
"Antes de hacer eso tiene que pensarlo porque cuando realiza un gesto o una interpretación para que el otro jugador obviamente se enoje… por algo después cuando le meto, en el último set, un par de pelotas buenas me las aplaudió y me decía 'bien Nico'", agregó.
La polémica estuvo centrada en el agrio cruce de palabras de ambos al comienzo del quinto set, cuando los ánimos se caldearon durante un cambio de lado. Massú le reclamó a Coria y el argentino, sentado en su silla, le respondió "no seas paranoico". Las aguas sólo se calmaron cuando el juez principal bajó de su silla para intervenir.
"El (Coria) estaba sacando mal y se notaba que estaba tenso. Le estaba ganando, poniendo todo mi esfuerzo. El sabrá si hizo bien o mal. No sé si tendrá la conciencia tranquila. Yo sé que me comporté dignamente", añadió el chileno.
Coria, por su parte, explicó que no dudó de los problemas físicos de Massú y dio su versión del "mal entendido" que cree ocurrió: "Sentí que se me salió una uña y al llegar al estadio se me salieron tres de cada pie. Se me viene a la red bastante caliente… creo que se había molestado porque le dije al árbitro que no se fuera el trainer (fisioterapeuta) porque seguramente lo volvería a llamar".
"Fue error mío en entrar en su juego, pero después le dije que se calme, que se preocupara de su juego, que no fuera boludo… que llevábamos cuatro horas (de partido)", completó.
Ya olvidando la diplomacia y un poco molesto, Coria agregó: "Estaba preparado para esto porque lo viví en Düsseldorf con Guillermo Cañas… pasó lo mismo y yo iba preparado, que (Massú) estuviera rengeando, pero que las corra todas y esté más fuerte que nunca".
Coria recordó que durante la Copa del Mundo por Equipos de Düsseldorf, Cañas le reclamó a Massú -directamente y sin insinuaciones- que estaba fingiendo una lesión.
Todo se cerró cuando le consultaron a Massú cómo seguirá su relación con Coria. "Yo no tengo problemas con Guillermo. Siempre he tenido buena con él", dijo. Habrá que verlo.