Henchida de emoción y aún trémula tras ganar su primer título del Grand Slam, al consagrarse como campeona de Wimbledon, la tenista rusa María Sharapova presentó sus "excusas" ante la estadounidense Serena Williams, a quien destronó en la pista central del All England Lawn Tennis & Croquet Club de Londres luego de vencerla por 6-1 y 6-4.
"Serena, gracias por un ponerme un partido tan duro. Siento haberte quitado el título este año, pero hoy tenía que ganarlo", manifestó la rusa nada más finalizado el encuentro de este sábado, demostrando el carisma que, junto con su indiscutible belleza y su menos cuestionable talento, la han convertido en la reina del circuito.
Sharapova, de tan sólo 17 años, dedicó el triunfo "a una larga lista de personas", entre las que hizo mención especial a sus padres.
"Quiero dar las gracias a tanta gente. Pero primero, a mi madre y a mi padre, que estuvieron conmigo durante todo este tiempo, a lo largo de mi carrera", dijo.
"Pasamos por todo esto juntos y sé lo duro que es presenciar tantos partidos desde la sombra", añadió la tenista.
Además, la jugadora agradeció a su entrenador "y a todos los que estuvieron involucrados en mi tenis y también a los aficionados, que hacen posible esto".
Tras concluir el último set, Sharapova, que cayó de rodillas y se cubrió la cara con las manos, corrió a continuación a abrazar a su padre.
Acto seguido tomó su teléfono móvil e intentó enviar un mensaje de texto a su madre que reside en Florida. Pero su intento resultó fallido.
"No sé qué me pasaba con el teléfono. No dejaba de apagarse. Estaba intentando llamar a mi madre y no podía. '¡Vamos, tecnología!", bromeó la jugadora.
"Aún no me lo creo, ¡Oh, Dios mío!", exclamó finalmente la rusa, antes de tomar en sus manos el trofeo que la acreditó como campeona de Wimbledon. (EFE)