La dirigencia de Cobreloa confirmó un golpe devastador para el fútbol formativo nacional que tiene a las familias con el corazón en la mano. El cierre de las divisiones menores en Santiago, tras una orden tajante de la ANFP, dejará a más de 200 pequeños soñadores sin cancha donde luchar por su futuro profesional.

Una medida que suena a economía, pero que huele a abandono. La noticia cayó como un balde de agua fría en los hogares de cientos de familias que apostaron todo por el sueño de sus hijos en el legendario club nortino.

⚽ El drama que sacude las bases del loíno

La decisión no nació de la nada. Hace un año, la ANFP le comunicó a Cobreloa que debía llevar sus inferiores a Calama, y solo la semana pasada se lo confirmaron oficialmente a Nelson Soto, jefe de las juveniles de los Zorros del Desierto. “La repercusión que tiene es amplia, porque son más de 200 niños que están participando con nosotros en las inferiores de Santiago”, explicó a ADN Deportes el experimentado dirigente, quien apunta directamente a la ANFP como la responsable de esta medida que arranca de raíz el trabajo de años.

Los números no mienten: Cobreloa se ahorrará cerca de 30 millones de pesos mensuales que invertía entre sueldos de profesores, arriendo de canchas y otros gastos operacionales. Pero el presidente del club, Harry Robledo, insiste en que “a nadie se le va a negar que vengan a Calama”, aunque reconoce que ahora será todo costeado por los padres.

💸 La propuesta que indigna a las familias

Pero aquí viene lo que realmente enciende los ánimos de los apoderados. El “gran proyecto” que tiene Cobreloa incluye que los niños sean “adoptados” por familias en Calama, con el club subsidiando estas casas de acogida con apenas 100 mil pesos. Una cifra que los padres califican como “un chiste”.

“A nosotros nunca nos avisaron de manera formal hasta hace un par de semanas, los niños están muy tristes”, sentenciaron los apoderados, quienes manifestaron su “profunda preocupación por el impacto social y deportivo de esta decisión, la cual trunca el esfuerzo, disciplina y dedicación de cientos de niños que hoy ven en el fútbol un camino de formación, integración y superación personal”.

La medida se hará efectiva desde el 1 de enero de 2026, dejando a las familias con apenas unos meses para encontrar alternativas o tomar la difícil decisión de mandar a sus hijos al norte del país.