Brasil inició una nueva etapa con Clasificatorias.

La falta de profundidad, el escaso peso ofensivo y una propuesta sin identidad marcaron el estreno del exentrenador del Real Madrid, que apenas ha tenido días para trabajar con su plantel. Desde la banca, el italiano observó a una selección sin variantes ni reacción ante un Ecuador que supo incomodar, aunque sin generar verdadero peligro sobre el arco de Alisson Becker.

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Ancelotti en su debut en la banca de Brasil. Foto: Imago

Debut de Carlo Ancelotti en Brasil: poco trabajo, mismos problemas

El estreno del estratega europeo dejó la impresión de que el recambio prometido tardará más de lo previsto. Brasil no encontró soluciones ni mostró señales de un giro táctico o anímico. Se mantuvo la confusión en la generación de juego y la falta de sincronía entre líneas, algo que ya venía afectando al equipo en fechas anteriores.

Ecuador, dirigido por Sebastián Beccacece, jugó con inteligencia y logró incomodar a los brasileños, consolidándose en el segundo lugar de la tabla con 24 unidades. Brasil, en tanto, sigue sin despegar y se mantiene en el cuarto puesto con 22 puntos, lejos de lo que espera su exigente afición.

 

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Vinicíus Júnior en el partido ante Ecuador. Foto: Imago.

El desafío inmediato: darle una identidad a este Brasil

Pese al tibio inicio, Ancelotti sigue contando con crédito gracias a su vasta experiencia en la élite europea. Sin embargo, el contexto sudamericano es distinto, y en Brasil no hay margen para experimentos largos. El público quiere resultados y, sobre todo, una identidad que les devuelva la ilusión.

Por ahora, el debut dejó más incógnitas que respuestas. Y aunque aún es pronto para juicios definitivos, el desafío del italiano está claro: transformar un equipo gris en uno temido, como manda la historia de la Verdeamarela.