La U de Chile atraviesa un momento incómodo puertas adentro. La sanción aplicada por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) a Michael Clark volvió a encender las alarmas en Azul Azul, reabriendo un debate que parecía avanzar en silencio dentro del club.

Aunque la dirigencia intentaba manejar el escenario con cautela, uno de los directores, Daniel Schapira, rompió esa calma en conversación con ADN Deportes. Sus declaraciones reflotaron un conflicto que, según él, estaba lejos de estar resuelto.

⚽ ¿Qué pasará con Michael Clark? La tensión interna crece en Azul Azul

Schapira aseguró que en el directorio ya conocían los antecedentes previos, pero que la sanción es un punto de inflexión: “Todo esto ya lo sabíamos, pero ahora hay un precedente claro”. A su juicio, la claridad regulatoria deja más expuestos a quienes controlan la propiedad del club: “Cada vez quedan menos dudas para saber quiénes son los dueños. Estamos más cerca de demostrarlo”.

El tema central, sin embargo, sigue siendo la continuidad de Clark. Schapira fue sincero al reconocer que no existen herramientas para forzar su salida: “Nadie le puede imponer que renuncie. Puede seguir siendo presidente, le guste a quien le guste”. Incluso admitió que la situación tiene un componente ético complejo, pero legalmente inamovible: “Por muy poco ético o moral que parezca, si él quiere seguir presidiendo el club, lo va a seguir haciendo”.

🔵 Ética, legalidad y un futuro incierto para la U

El dirigente también apuntó a decisiones que, según él, ya no pueden seguir postergándose. Una de ellas involucra directamente al mercado local: “No se pueden traer jugadores de Huachipato nunca más después de todo lo que se ha demostrado”.

Pese a su tono crítico, sostuvo que su intención no es generar un conflicto interno que perjudique al club: “No es ánimo de ponernos a pelear, no le haría bien a la institución”.