El fútbol chileno vive un momento de cambio significativo, con la aprobación por unanimidad en la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado del Proyecto que prohíbe la multipropiedad en los clubes profesionales. La medida, impulsada por el senador Matías Walker y respaldada por el Ministerio del Deporte, representa un salto hacia mayor transparencia en la gestión del deporte nacional.

A partir de ahora, ningún individuo podrá tener ni siquiera una participación mínima en otro club del fútbol profesional nacional. A diferencia de hoy que si pueden convivir equipos de diferentes divisiones con la misma sociedad propietaria.

📝 Prohibición absoluta de la multipropiedad en el fútbol chileno

Desde ahora, la palabra clave “multipropiedad” adquiere un nuevo significado en el fútbol chileno: no será tolerada ni de forma directa ni indirecta. La aprobación en comisión, con voto unánime, dejó de lado la idea de permitir un porcentaje mínimo de participación en más de un club.

El recurso fue claro: “ni siquiera un 1 %” podrá estar en un segundo equipo. Este punto marca un hito porque elimina una figura que históricamente afectaba la competencia, la transparencia y generaba conflictos de interés en el fútbol chileno.

📋 Transparencia y plazos para cumplir la norma en los clubes

Además de la prohibición absoluta, el proyecto incluye la obligación de registro público de los beneficiarios finales de los clubes. Se establece un plazo de tres meses para que quienes posean cuotas en un segundo equipo se desprendan de ellas; en caso contrario, se enfrentan a una multa que se duplicará con cada mes de incumplimiento.

💬 Repercusiones para clubes y dirigentes del fútbol chileno

La aprobación del proyecto ha generado reacciones entre clubes, dirigentes y analistas. El senador Matías Walker enfatizó que “queremos un fútbol más limpio, sin conflictos de interés y con mayor transparencia. Para los clubes, significa revisar sus estructuras societarias, identificar ligados o vinculaciones cruzadas y ajustarse a una lógica de gestión mucho más rigurosa.