A los 38 años, Fernando “Chiki” Cordero decidió poner fin a una trayectoria que lo convirtió en un nombre querido dentro del fútbol chileno. Con pasos por clubes emblemáticos como Universidad Católica y , el zurdo repasa hoy con emoción un camino que define, sin dudar, como “hermoso”.

En conversación exclusiva con Al Aire Libre, el exlateral-volante desmenuzó sus inicios, los momentos que lo marcaron en la UC, su vínculo afectivo con Unión Española y las sensaciones íntimas que vive en estos días tras oficializar que dejará atrás su carrera de futbolista.

Los inicios de Fernando Cordero y la decisión del retiro

– ¿Qué te hace tomar la decisión de retirarte del fútbol después de tantos años de carrera?

A ver, eso de que tenía que llegar el día es netamente porque desde octubre del año pasado ya me salí del fútbol, me metí al Sifup y, bueno, ningún equipo me hizo una oferta. Así que estuve este año parado, entré al Sifup, no entrené nada. Entonces como que me retiré en ese momento. Pero hoy, que me llega el fondo de retiro que da el sindicato, ya me cayó la teja de que no voy a jugar más fútbol profesional. Como que no había asimilado mucho el tema de retirarme y, bueno, con esto ya finalizo mi travesía por el fútbol profesional. Como que algo tenía que pasar para darme cuenta de que ya no iba a jugar más.

¿Cómo resumirías tus años en el fútbol?

La verdad es que hasta los 16 años no asimilaba que iba a jugar fútbol profesional, porque en verdad yo jugaba porque me gustaba. Desde el colegio, desde el barrio, desde las escuelas de fútbol, desde cadete. Recién a los 16 o 17 años me cayó la teja cuando fue mi primer entrenamiento con el primer equipo y vi que tenía condiciones. Porque, a ver, hasta los 18 o 19 años en las juveniles juegas con tus pares, juegas con cabros de tu edad. Pero cuando subes a un primer equipo, juegas con jugadores experimentados, jugadores de 35 años, jugadores a los que uno les tiene respeto. Entonces, cuando entrené en el primer equipo por primera vez, ahí me di cuenta de que sí podía llegar a ser futbolista profesional.

⚪🔵 Los recuerdos, U Católica y Unión Española

¿Cuáles son tus mejores recuerdos y en qué equipo?

Uy, acordarme de algo… es que se vienen muchas cosas a mi mente. En todos los equipos que estuve siempre pasó algo entretenido. Pero los mejores recuerdos, porque fui campeón, sin duda que en la Cato, porque al final no tuve la chance de ser campeón en otro equipo y Católica me dio lo que más quiere un jugador de fútbol: ser campeón. Como lo digo siempre, yo no nací siendo hincha de Católica, sino que me hice hincha de Católica. Y es algo que no va a cambiar. Yo sigo yendo al estadio, he ido ahora al Claro Arena mucho. Entonces, en Católica sin duda tuve mi mejor recuerdo.

¿Sientes que hiciste todo lo que te propusiste o te faltó cumplir algo más en el fútbol?

Yo creo que nunca me propuse algo. Nunca tuve así como una meta de “quiero ser futbolista a toda costa”. Como te dije, yo jugaba fútbol porque me gustaba. Y después, estando en Unión, por ejemplo, cuando me compra Católica, nunca fue una meta así como “quiero irme de Unión”. Unión me vendió, Católica me dio la posibilidad de ganar más plata. Después pasó todo lo que pasó en Católica, del cariño que le tengo a la institución. En ese momento había ofertas de Colo Colo, de la U, de Católica y una de las decisiones que nunca me voy a arrepentir de haber tomado, fue irme a Católica. Y no tuve así como una única meta. A lo mejor siempre fue “quiero defender la selección en algún momento”.

Se me dio y lo pude hacer. Era como la meta que tenía. Porque jugué en el extranjero, no jugué mucho, pero jugué. Jugué en muchos equipos, jugué en un equipo grande. Así que dentro de lo que me haya propuesto, no creo que me haya faltado algo por cumplir.

Eres formado en Unión, ¿qué te parece el momento que están viviendo?

Tengo una historia particular con Unión porque de los 7 años que estuve en escuelas en comuna y después en Santa Laura, ver el momento en que está ahora… pucha, da lata. Pero es parte del fútbol. Uno cuando lleva tanto tiempo, sabe que es parte el perder, el ganar, el empatar. Tiene tremendos jugadores Unión Española, pero lamentablemente las cosas no se le han dado. Espero que hasta final de campeonato tengan la oportunidad de salvarse. Lamentable el momento que están pasando.

Lo siento mucho también por Iquique, porque tengo amigos que están jugando ahí, excompañeros. Entonces espero que, si llegan a caer a Primera B, salgan lo más rápido posible y vuelvan a donde pertenecen.

¿Cómo describirías el cariño que sientes por la UC?

Una vez fui a una expo en Espacio Riesco, la feria del fútbol, algo así. Y puse un mensaje que decía: “Llevo un año y me enamoré de la UC”. Y eso fue lo que me pasó. En los momentos malos siempre defendía a la Católica y ver cómo el hincha del fútbol se burlaba del hincha de Católica, porque los primeros años en los que estuve fueron todos segundos lugares. Entonces, cuando fuimos campeones, fue sacarse la mufa. Fuimos bicampeones y fue sacarse aún más la mufa. Y desde ese tiempo hasta acá, Católica ha generado lo que genera hoy: un estadio nuevo, un plantel renovado, un goleador como Zampedri que bate récords y que está a punto de ser goleador nuevamente. Mi cariño por la Católica no sé cómo describirlo.

Es como si hubiese sido hincha toda la vida, pero es difícil describirlo. Yo crecí en un mundo donde toda la gente era de la U y cuando empecé a jugar profesionalmente se me pasó ese fervor. Yo quería que ganara el equipo en el que estaba: Unión, Católica, la U de Conce, Calera, Ñublense, Linares, Trasandino, Rangers, Curicó. En el equipo que estuve, siempre quería ganar con ese equipo.

Pero con Católica me pasó distinto. Los siete años que estuve ahí… describirlo es difícil. Me dolía mucho la derrota. Es una institución que se preocupa mucho, que tiene un perfil que no ha cambiado, una forma de manejar el club que se ha mantenido. Eso ha llevado a que el club sea tan exitoso hoy. Es difícil describir el cariño que le tengo a la Cato.

🏆 Las personas que marcaron la carrera de Chiki Cordero

¿A quiénes le agradecerías por estos años de carrera?

Partiría siempre por mis papás. Sin ellos nada de esto podría haber sido posible. Después tengo entrenadores: el profe Luis Saavedra en la Unión Española de Eucalipto, el profe Guille de la misma Unión del Eucalipto en Quilicura, el profe Osvaldo Toro en mi colegio, la escuela 334 que me dio la oportunidad de jugar fútbol, nunca me puso un problema.

El Liceo José Miguel Carrera de Quilicura, el Gran Chaparral, que también me daba permiso para salir a entrenar. El profe Rodrigo Córdova, Manuel Rodríguez, el profe Luis Saavedra, que fue el PF de Vicente Cantatore. Después, la cantidad de compañeros que tuve en el camino, siempre aprendí de ellos.

Cada uno de mis compañeros de los primeros equipos, cada técnico que tuve, Católica que me dio la oportunidad, Unión Española, más allá del cariño que le tengo a la UC, sobre todo Unión, porque me dieron las armas desde chiquitito para ser futbolista profesional.

Hoy el cariño del hincha de Católica es increíble. Cada vez que voy al estadio me piden fotos, saludos. Me saco fotos con todos sin problema, porque el cariño que siento por la institución es grande.

Y a entrenadores en especial, dos: Rodrigo Córdova y Mario Salas, con quien tengo una relación muy linda, junto a su cuerpo técnico. Otro entrenador del que me hice muy amigo, aunque era el ayudante técnico de Juan Pablo Vojvoda, es Nahuel Martínez. Me hice muy amigo de él; ahora está en Santos. Un montón de agradecimientos. También a la dirigencia de Católica: Juan Pablo Pareja, el Tati (Buljubasich), (Jaime) Estévez en su momento, Juan Tagle, que cuando fuimos campeones en 2018 yo estaba en Argentina y, aunque jugué solo 6 meses, me llamaron para ir a buscar mi medalla porque había participado en el campeonato.

Estaría todo un día, pero especialmente agradezco a mis padres, a mis hermanos. Y el mayor reconocimiento es para mis cuatro hijas. Sin ellas no hubiese tenido la energía de seguir jugando, porque hoy el fútbol está demasiado sucio y el jugador pasó a ser un número para los equipos. Nada… mi carrera fue hermosa. La volvería a repetir. No le agregaría nada.