David Beckham decidió renunciar a la capitanía de la selección inglesa después de llevar el brazalete durante seis años, aunque precisó que seguirá jugando en el equipo nacional.

 

Al día siguiente de la eliminación de Inglaterra ante Portugal en cuartos de final de la Copa del Mundo, el jugador de Real Madrid anunció su decisión en la última comparecencia del equipo británico ante la prensa, antes de regresar a casa.

 

"Es hora de pasar el brazalete cuando entramos en una nueva era con un nuevo entrenador, Steve McLaren", afirmó Beckham, de 31 años, quien en los últimos dos años ya había intentado ceder la capitanía del equipo, que había recibido en 2000 por encargo del gerente de la selección, Peter Taylor.

 

Con lágrimas en los ojos, David Beckham leyó este domingo un breve comunicado: "el 15 de noviembre de 2000 Peter Taylor me concedió el más alto honor de mi carrera al hacerme capitán de Inglaterra, mi gran sueño desde que era niño".

 

"Fue un honor y un privilegio", añadió, "haber capitaneado a nuestro equipo nacional y quiero subrayar que deseo seguir jugando para Inglaterra y seguir ayudando al nuevo capitán y al nuevo entrenador, Steve McLaren, en todo lo que esté a mi alcance".

 

Beckham no pudo terminar su último partido del Mundial alemán, ya que hubo de abandonar el terreno de juego lesionado en el minuto 52 del partido del sábado contra Portugal, lo que le impidió participar en los lanzamientos de penales que dieron la victoria a los lusitanos.

 

"Tomé esta decisión hace algún tiempo", explicó, "pero quería anunciarla al final de una exitosa Copa del Mundo. Por desgracia, no va a ser posible. Ha sido la decisión más difícil de mi carrera, pero después de consultarla con mi familia y mis allegados, creo que ahora es el momento oportuno".

 

Para Beckham, la selección inglesa no alcanzó los objetivos que se había propuesto en el Mundial, "y tanto yo como todos los jugadores", aseguró, "lo sentimos muchos más de lo que la gente pueda apreciar".

 

El seleccionador de Inglaterra, el sueco Sven Goran Eriksson, que abandona ahora el cargo después de ejercerlo durante cinco años y medio, declaró que Beckham fue "un capitán excelente que se sentió orgulloso de realizar su trabajo".

 

"Me sorprendió un poco cuando me lo dijo", reconoció Eriksson, "pero respeto su decisión. Corresponde ahora a Steve McLaren nombrar al sucesor de Beckham, pero tiene muchas opciones porque muchos son los jugadores capacitados para realizar ese trabajo". (EFE)