Dos días después de la gran final de Alemania 2006, que estuvo marcada por la expulsión de Zinedine Zidane en su último partido como profesional, las dudas comenzaron a disiparse levemente con las confesiones del defensa italiano Marco Materazzi, quien reconoció insultos contra el volante francés, pero sólo como una forma de defenderse ante una "actitud arrogante" de su oponente.

 

En declaraciones al diario deportivo italiano La Gazzetta dello Sport, el zaguero de Inter de Milán admitió que sus palabras encendieron la iracunda reacción de Zidane, quien fue expulsado en el minuto 110 tras agredir con un violento cabezazo en el pecho al seleccionado italiano.

 

"Lo agarré de la camiseta sólo durante unos segundos y se volvió hacia a mí con burla, me miró de arriba a abajo y me dijo con arrogancia: 'si quieres mi camiseta te la doy después del partido': Y yo le contesté con un insulto, es verdad", indicó el defensa.

 

Preguntado por el insulto que le profirió -algunos periódicos franceses y británicos aseguraron que lo llamó "terrorista islámico" y calificó de "prostituta" hasta en dos ocasiones a su hermana Lila-, Materazzi una vez más fue ambiguo y no despejó del todo la incógnita.

 

"Fue un insulto de esos que se dicen docenas de veces en los terrenos de juego y se quedan ahí", manifestó, para luego reiterar que nunca hubo en sus palabras algún gesto de racismo: "No lo llamé terrorista. No soy una persona culta y no sé lo que es un terrorista islámico".

 

Además, el italiano fue enfático para negar haberse referido a la progenitora del astro francés, sentenciando que "la madre es sagrada".

 

Y mientras la prensa especula que ante los dichos de Zidane la respuesta de Materazzi habría sido "preferiría quitarle la camiseta a tu mujer", aún no hay claridad total respecto de lo que pasó en la cancha del Estadio Olímpico de Berlín, a la espera que el propio mediocampista francés entregue su versión.

 

El representante del retirado ex capitán galo anunció que la próxima semana habrá una comunicación oficial por parte del jugador. Lo único que ha trascendido a los medios es que Zidane pidió perdón por lo sucedido a sus compañeros en el vestuario, y que reconoció estar arrepentido por su conducta. (Agencias)