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Un 2005 para el olvido puso fin al sueño mundialista de Chile

Aunque todavía quedaban mínimas posibilidades, el magro rendimiento con Juvenal Olmos y los posteriores resultados negativos con Nelson Acosta terminaron con la selección fuera de la Copa del Mundo de Alemania 2006.

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Chile andaba a los tumbos, pero de todas formas logró llegar a 2005 con las esperanzas mínimas de clasificar al Mundial de Alemania 2006. Pareció que tras la destitución de Juvenal Olmos -quien murió en su ley y sólo tiempo después reconoció sus errores y su soberbia- se lograba el milagro bajo la conocida figura de Nelson Acosta, pero sólo fue un sueño momentáneo y la selección nacional nuevamente quedó al margen de una cita planetaria.

 

Las cosas comenzaron mal esta temporada cuando Chile, en un nuevo partido de "vida o muerte", recibió a Uruguay en el Estadio Nacional. El discurso positivo de Juvenal Olmos nuevamente apostaba a un juego ofensivo y un compromiso total por quedarse con los puntos, pero un empate 1-1 ante los "charrúas" el 26 de marzo fue un golpe más en el pedregoso camino nacional.

 

De la "vida o muerte" se pasó al "todo o nada" frente a Paraguay en Asunción, pero una discreta presentación en el Estadio Defensores del Chaco permitió a los guaraníes imponerse por 2-1 en un duelo donde la reacción chilena sólo llegó sobre el final, el 30 de marzo.

 

Juvenal Olmos no pudo terminar su poco entendible apuesta. (Foto: Leandro Chávez/LN)

Las cosas no daban para más. Los jugadores nunca entendieron las "herméticas" decisiones de su técnico, quien raramente explicaba con claridad sus intenciones tácticas, y el equipo no funcionó como se esperaba. Muchos jugadores, como Sebastián González o Claudio Maldonado, confesaron que simplemente no entendían lo que quería el ex DT de la UC.

 

Así, lo que debería haber ocurrido mucho tiempo antes llegó recién el 22 de abril, cuando Juvenal Olmos no asistió a una "reunión de trabajo" con Reinaldo Sánchez, y el presidente de la ANFP lo acusó de "faltar a la verdad", determinando la destitución del estratega que asumió la responsabilidad de llevar a Chile al Mundial en enero de 2003.

 

"Desgraciadamente ha sucedido lo que ha sucedido, pero no es culpa nuestra. Yo no estoy molesto con nadie, pero tenemos que entender que en una institución lo principal es la disciplina y el respeto. Juvenal nunca se llevó mal en palabras descorteces conmigo, pero ayer (jueves) faltó a la verdad", manifestó Sánchez.

 

La nueva apuesta por Nelson Acosta

 

La falta de planificación llevó a que la escuadra nacional debiera encontrar rápidamente un nuevo técnico para encargarse de los cuatro partidos restantes en las clasificatorias, y se optó por un diablo conocido, Nelson Acosta.

 

El estratega que entrenó a la selección que llegó al Mundial de Francia 1998 asumió el cargo el 26 de abril, con el único objetivo de sumar en los encuentros venideros y optar así por el repechaje contra Australia.

 

"Si no creyera que puedo dar una mano no habría aceptado. Es complicado, pero hay que ganar los partidos en casa para seguir luchando. Yo sé que la gente nos acompañará por sobre los nombres porque hay todo un país atrás de esto", dijo Acosta el 26 de abril.

 

La selección tenía 14 puntos y de la mano de Acosta llegó a sumar 20 unidades, tras lograr la meta de derrotar a Bolivia (3-1) y a Venezuela (2-1) en dos jornadas que encendieron la llama de la ilusión en una hinchada que nunca dejó de asistir al Estadio Nacional para apoyar al equipo rojo.

 

Salas festejó con lágrimas su logro de máximo goleador de Chile. (Foto: EFE)

Marcelo Salas entró a la historia del fútbol chileno aquel 4 de junio, ya que el gol que puso el 3-1 definitivo ante los bolivianos le permitió convertirse en el goleador histórico de la selección, al llegar a los 35 tantos y superar por uno a Iván Zamorano.

 

"No siento rencor pero recuerdo que había gente que decía, hasta tres días antes del partido, que debía retirarme, que no debía venir (a la selección). Pero jugué bien, hice un gol y fui un aporte, aunque eso no le guste a mucha gente", declaró un feliz pero a la vez dolido atacante nacional, en ese momento jugador de River Plate.

 

Todo era optimismo de cara al siguiente desafío, aunque éste significaba visitar a los pentacampeones mundiales en Brasilia, encabezados por una temible ofensiva con Ronaldo, Adriano, Kaká y Robinho. Por suerte no estaba Ronaldinho -suspendido- y ello aumentaba las esperanzas nacionales.

 

Pero los milagros no se dan todos los días, y el 4 de septiembre Brasil sólo debió presionar en los primeros minutos para decretar una impresionante goleada a su favor, que se selló sobre el final con un 5-0 que pudo haber sido mucho más expresivo.

 

El veterano portero Nelson Tapia fue al gran damnificado por la derrota de Brasilia, ya que todos los dardos apuntaron a su bajísima actuación, y por primera vez a lo largo de las clasificatorias surgió el nombre de Claudio Bravo y Johnny Herrera como opciones para ocupar la titularidad.

 

Bravo fue el escogido por Acosta para atajar en la calurosa Barranquilla frente a Colombia, donde una vez más Chile llegó a jugarse la vida, pero esta vez salió airoso con un 1-1 que permitió llegar a la última fecha con opciones ciertas de llegar al repechaje.

 

"Lo importante es que todavía tenemos vida para afrontar la última jornada, y llegamos a jugar a nuestro país todavía con la opción. Sabíamos que no podíamos perder porque quedábamos eliminados, y el equipo tuvo un corazón tremendo y puso también fútbol, lo que me deja muy contento", señaló Nelson Acosta, plegado a la ola de optimismo que inundó a la selección.

 

Las suspicacias se despertaron ya que Chile dependía de otros resultados: que Uruguay no derrotara a Argentina y que Colombia no hiciera lo propio con Paraguay, dando por descontado que a Ecuador se le ganaba en el Estadio Nacional.

 

Nelson Acosta trajo un nuevo aire, pero le faltó tiempo. (Foto: UPI)

Pero todo quedó nuevamente en nada, ya que sólo se igualó sin goles ante los ecuatorianos, y el 12 de octubre de 2005 se puso fin a un largo y tortuoso camino que, nuevamente, terminó con un fracaso tras un proceso que dejó muy poco en limpio, con muchas más dudas que certezas respecto al futuro.

 

La decepción fue grande, y entre los más afectados estuvo el volante David Pizarro, quien optó por centrarse en Inter de Milán y en su familia y puso fina su historia con la selección. "Cuando te empiezan a reclamar los hijos, empiezas a pensarla; yo fui formado en una familia donde siempre estuvieron mis padres detrás, y no me quiero perder etapas porque después los hijos crecen y se van", explicó el jugador.

 

Las constantes lesiones pusieron en duda la continuidad de Marcelo Salas, aunque el renacer que mostró sobre el final del año con la camiseta de Universidad de Chile permite albergar esperanzas en verlo nuevamente con la tricota roja y la jineta de capitán.

 

La aventura mundialista de la sub 20

 

Luego de un camino no exento de problemas, la selección chilena sub 20 bajo el mando de José Sulantay logró clasificar al Mundial de Holanda, tras conseguir uno de los cuatro cupos que se disputaron en el Sudamericano de Colombia, y que terminó con alegrías para el fútbol nacional tras un empate 2-2 ante Uruguay en la jornada final.

 

Chile se ganó su derecho a jugar la cita planetaria tras una buena actuación en tierras "cafeteras", donde desde un comienzo destacaron figuras como Matías Fernández, José Pedro Fuenzalida, Nicolás Canales o Juan Lorca.

 

Una adecuada preparación que contó con amistosos de primer nivel y una gira europea previa al Mundial alimentó el optimismo en la escuadra nacional, que constantemente respondió a la altura que se le exigía para llegar de la mejor forma al desafío planetario.

 

Y las cosas no pudieron empezar mejor para Chile en el Mundial, ya que en el debut los jóvenes nacionales cerraron un categórico 7-0 a su favor sobre Honduras el 11 de junio en Doetinchem.

 

El sueño duró poco y fue España la encargada de transformarlo rápidamente en pesadilla, al propinarle un 7-0 tan duro como el que tres días antes se había festejado en el estreno.

 

La derrota no sólo humilló al equipo de Sulantay sino que puso en riesgo la clasificación al perder una diferencia de goles que parecía inalcanzable, y que se sintió mucho más cuando Marruecos se impuso por 1-0 en el último partido del Grupo C.

 

Chile debió una vez más esperar otros resultados para ver si podía clasificar, y el destino estuvo de parte del fútbol nacional cuando Brasil superó a Corea del Sur y Holanda hizo lo propio con Benín para posibilitar el paso nacional a los octavos de final.

 

Matías Fernández fue la figura indiscutida de la sub 20. (Foto: EFE)

El nuevo desafío fue Holanda, pero esta vez las ganas y la actitud no bastaron, y los locales se impusieron por un claro 3-0 para finalizar la aventura planetaria, donde la evaluación fue más bien negativa, con un equipo que en cuatro encuentros jugó con tres arqueros distintos, mostró grandes errores defensivos y tuvo nula presencia en ataque.

 

"No puedo ser lapidario con mis jugadores, y creo que todavía nos falta para llegar a lo que uno quisiera", indicó Sulantay, quien de todas formas prefirió destacar lo positivo de su gestión, no exenta de críticas. "Como aquí no hay obra de magia ni varitas, creo que en el año y un mes que tengo con la selección hemos logrado mucho más de lo que pensábamos", agregó.

 

Pero no todo fue malo, ya que figuras como Matías Fernández o José Pedro Fuenzalida lograron consolidarse en sus equipos, Colo Colo y Universidad Católica, respectivamente, y el volante albo incluso llegó a la selección adulta, donde demostró que tiene mucho que entregar y que está llamado a ser uno de los líderes del nuevo proceso rumbo a Sudáfrica 2010.

 

Otro que no tuvo mayor trasendencia en su equipo fue Nicolás Canales, quien casi no fue considerado en Universidad de Chile, pero consiguió emigrar al fútbol portugués para enrolarse en Benfica, donde inicialmente jugará en el equipo B antes de buscar su consolidación en el segundo semestre de 2006.

 

La sub 17 no pudo emular a sus "mayores"

 

La presencia de Chile en un Mundial sólo se logró con la selección sub 20, ya que la escuadra sub 17 dirigida por Jorge Aravena quedó en el camino en el Sudamericano de Venezuela, cuyas dos plazas para la cita planetaria de Perú fueron ocupadas por Uruguay y Brasil.

 

El equipo juvenil no pudo prepararse mayormente de cara al certamen de Maracaibo, y pese a que comenzó bien con triunfos ante Colombia (1-0) y Perú (3-0), de ahí en más perdió por 3-2 ante Argentina, y luego se derrumbó con un 4-0 frente a Uruguay que selló su eliminación.

 

"Nos pesó la falta de experiencia internacional. Uruguay había jugado casi 30 partidos internacionales, mientras que nosotros sólo jugamos dos, y ahí no tenemos nada que hacer. Sin embargo, espero que este proceso no se detenga", comentó Jorge Aravena el 10 de abril.

 

Ocho días después, la ANFP mediante su presidente Reinaldo Sánchez anunció que el contrato del flamante estratega de Cobreloa no sería renovado. (Cooperativa.cl)