El mexicano Saúl "Canelo" Alvarez quiere terminar antes de los doce asaltos su combate en Las Vegas con el kasajo Guennadiy Golovkin, en el que están en juego este sábado todos los títulos de la división supermediana, pero admitió que el kazajo es un rival "fuerte e inteligente".

"Mi deseo es terminar esta pelea antes de los doce asaltos, pero sé que tengo un gran rival en frente, uno fuerte e inteligente", declaró Alvarez tras pasar este viernes por la balanza

"Canelo" pesó 75,9 kilos y Golovkin 76,1 durante una ceremonia con miles de aficionados, música y más espectáculo que deporte.

Golovkin con 42 victorias, 37 por nocaut, un empate y un revés, estos dos últimos precisamente ante "Canelo", llegó con ropa deportiva negra con ribetes blancos. Sobrio, subió a la tarima y esperó la llegada del mexicano, quien, vestido de rojo, dio un largo recorrido mientras se entonaba una música con loas a su trayectoria.

Después de quedar por debajo del límite de 168 libras, los rivales se pusieron cara a cara. Se miraron casi sin pestañear durante un minuto, más o menos, después de lo cual cada uno se retiró con su equipo

Álvarez, con 57 triunfos, 39 por nocaut, dos derrotas y dos empates, expondrá sus cinturones contra uno de sus rivales más enconados, con el que empató en septiembre de 2017 y al que derrotó un año después.

Aunque tiene 40 años, Golovkin se mostró en una gran forma física y hay expectativa por ver si mañana aguanta el tren de pelea de un rival ocho años más joven.

Alvarez perdió en mayo pasado con el ruso Dmitrii Bivol, en la división semipesada.

Golovkin derrotó por nocáut el 9 de abril al japonés Ryota Murata y confirmó que a los 40 años mantiene los reflejos y sobre todo la pegada que le ha permitido 37 triunfos antes del límite en 44 peleas celebradas.

El combate que completará la trilogía Canelo-Golovkin será el estelar de una cartelera que tendrá como previa al estadounidense Jesse Rodríguez, campeón supermosca del Consejo Mundial de Boxeo, contra el mexicano Israel González.