Meseret Defar y Deresse Mekonenn desataron el entusiasmo de la colonia etíope en el Aspire Dome de Doha al conquistar los títulos mundiales bajo techo de 3.000 y 1.500 metros, respectivamente, con sendas demostraciones en la vuelta final.

Para Defar era su cuarto título mundial consecutivo, zanjado con un poderoso esprint en la última vuelta que le permitió cruzar la meta en 8'51"17, 68 centésimas de ventaja sobre la keniana Vivian Cheruiyot, campeona mundial de 5.000 al aire libre.

Meseret Defar cruza la meta triunfal en Doha. (Foto: www.iaaf.org)

Mekkonen siguió una táctica similar, apareciendo a dos vueltas con efectos casi tan demoledores. No hubo corte con respecto a sus rivales, pero fue el más fuerte en la recta final. Ganó con 3'41"86, 10 centésimas por delante de la estrella emergente del mediofondo marroquí, Abdalaati Iguider.

 

Hooker mandó en garrocha

El australiano Steven Hooker, campeón olímpico y mundial de garrocha, conquistó la medalla de oro en dos saltos, y una vez asegurada con 5,80 metros, hizo un salto de 6,01 de transición hacia el récord mundial pero falló claramente con el listón en 6,16.

Hooker ocupa el segundo puesto en la lista mundial de todos los tiempos con una marca de 6,06, sólo por detrás de Sergey Bubka, que tiene el récord mundial bajo techo en 6,15. Lo escoltaron en el podio dos alemanes, Malte Mohr con 5,70 y Alexander Straub con 5,65. El campeón de Valencia 2008, el ruso Yevgeniy Lukyanenko, no estaba en la contienda.

 

Chambers lava su imagen

El británico Dwain Chambers, cuya imagen quedó manchada por el dopaje y cumplió dos años de suspensión, se redimió en Doha al ganar el título mundial de 60 metros con una marca de 6"48, la mejor del mundo este año.

Inhabilitado de por vida para competir en los Juegos Olímpicos, Chambers mejoró un puesto con respecto a Valencia 2008 al batir por cinco centésimas al estadounidense Mike Rodgers. La medalla de bronce, con un tiempo de 6"57, fue para el antiguano Daniel Bailey.

 

Otros campeones

La croata Blanka Vlasic revalidó su corona de salto alto con un brinco de 2,00 metros que ninguna de sus rivales pudo superar. La española Ruth Beitia logró el mejor resultado de su vida al terminar segunda con 1,98, igual marca que la estadounidense Chanunte Howard.

En salto triple, la cubana Yargeris Savigne cedió su corona a la kazaja Olga Rypakova, cuarta en la final olímpica de Beijing, que en su último intento se fue por encima de los 15 metros (15,14) para que no hubiera dudas. Hasta entonces sólo tenía seis centímetros más que la antillana, que se quedó en 14,86.

El estadounidense Brian Clay, campeón olímpico de decatlón, volvió a ser el más completo al revalidar su título en la combinada bajo techo (heptatlón) con 6.204 puntos. Con marcas de 6"67 en 60 planos; 7,27 en salto largo; 15,31 en bala; 2,06 en salto alto, 8"00 en 60 vallas; 5,00 en garrocha y 2'50"28 en 1.000, dejó 20 puntos por detrás a su compatriota Trey Hardee, campeón mundial al aire libre.

En el pentatlón, la británica Jessica Ennis, actual campeona mundial de heptatlon, la combinada femenina al aire libre, llegó a la última prueba, los 800 metros, con posibilidades de batir el récord del mundo (tenía que correr en 2:08.85) pero también de perder la medalla de oro si la ucraniana Natallia Dobrynska, que estaba a 53 puntos, la batía por siete segundos.

De padre jamaicano y madre inglesa, Ennis había ganado todas sus competiciones individuales del año. Ahora remató con una combinada impecable: 8"04 en 60 vallas; 1,90 en salto alto, 14,01 en bala; 6,44 en salto largo y 2'12"55 en 800, mejor marca personal. En total 4.937 puntos.