Vanderlei Luxemburgo, técnico de Gremio, y objetivo de la ira del cuerpo técnico de Huachipato tras el partido disputado en el Estadio CAP, aseguró que él no provocó a los "acereros" y que la reacción de éstos fue premeditada.

Luxemburgo fue perseguido en la cancha por el preparador físico del club "siderúgico", Marcelo Rosemblat, y luego por el entrenador Jorge Pellicer, debido a que el brasileño supuestamente se burló de la eliminación local a manos del conjunto de Porto Alegre.

Luxemburgo dijo que "yo no hablé nada de más y él (Rosemblat) quería crear una situación cuando terminara la brega y cuando lo percibí salí corriendo, porque no voy a querer pelear aquí en el partido que clasificamos. Fue una acción premeditada".

"Del entrenador (Pellicer) también, porque dice que allá le reclamé, por eso lo de aquí fue una acción premeditada y lamentable", agregó el estratega brasileño, que resbaló y cayó al piso poco antes de entrar al túnel, mientras era perseguido por jugadores de Huachipato.

Rosemblat, por su parte, confirmó lo señalado por Pellicer, en el sentido que Luxemburgo se burló de su elenco.

"Ustedes me conocen, yo no soy de hablar, y salgo nada más a aclarar lo que este señor mofándose nos dijo. Me repitió tres veces te as de vacaciones. Fui a saludar a los árbitros y me hizo un gesto con la mano. No es de buena persona me parece, es de muy mala clase mofarse cuando uno gana, hay que saber ganar y saber perder. Nosotros siempre hemos sabido aceptar la derrota", expresó.