Los dirigentes, cuerpo técnico y el plantel de Inter de Milán, incuido el chileno Luis Jiménez, saludaron este miércoles al Papa Benedicto XVI tras la audiencia en la Plaza de San Pedro, y le regalaron una camiseta del equipo y el carnet de socio del club, horas antes de disputar el paso a la final de la Copa Italia contra Lazio.

 

Benedicto XVI saludó durante la audiencia a los dirigentes y jugadores del club milanés, entre los que se encontraba el entrenador, Roberto Mancini, y el presidente, Massimo Moratti, con ocasión de la celebración del centenario de la institución.

 

En su saludo, el Pontífice aprovechó para recordar "la importancia de los valores morales del deporte para formar a las nuevas generaciones".

 

Después de la audiencia, los componentes del equipo saludaron personalmente al Santo Padre, con quien se tomaron una foto de grupo, y le entregaron la camiseta "neroazzurra" y el carnet de oro de socio de Inter.

 

"Estar aquí en el la plaza de San Pedro es una experiencia significativa y entre las más emocionantes que se pueden vivir", afirmó Mancini.

 

Moratti aseguró que el encuentro con el Papa fue "una fuerte emoción" y explicó que Benedicto XVI estuvo durante el saludo "muy amable" y que estaba al corriente de la situación del equipo en el campeonato, líder con tres puntos de ventaja sobre el segundo, AS Roma.

 

El capitán del equipo milanés, el argentino Javier Zanetti, afirmó que "estrechar la mano al Papa es una de las cosas que quedan dentro para siempre".

 

El equipo tenía previsto desde hace tiempo una visita al Vaticano este año con motivo de su centenario, por lo que aprovechó su presencia en Roma para disputar el partido de vuelta contra Lazio.

 

Jiménez fue incluido entre los convocados para este encuentro, que se disputará desde las 15:00 horas (19:00 GMT) en el Estadio Olímpico de la capital italiana, luego del 0-0 registrado en la ida. (EFE)