La columna de Pelotazo: Sentimiento cruzado
Puntero, pero dos partidos sin ganar, ni hacer goles. ¿Qué debe hacer Universidad Católica?
La vida es un vaso. Cada uno mira la parte que le parezca o que le conviene: la llena o la vacía. Ver lo lleno, en momentos malos, permite ser optimista ante panoramas infelices. En momentos buenos, ni dudarlo. Ver lo vacío, en momentos malos, es caerse a un hoyo. En instantes buenos, pareciera que uno es inconformista, pero también permite no enceguecerse en el éxito. Sea lo que sea, todos tomamos partido en las situaciones que vivimos.
Usemos esto desde el prisma del fútbol, y más precisamente, desde el pensamiento de los hinchas de Universidad Católica sobre su equipo.
Parte llena del vaso.
1. Los cruzados son líderes del torneo nacional con 34 puntos. Razón suficiente para sentirse satisfecho.
2. Sacaron ventaja, sobre todo, ante sus dos archirrivales que jugaron Copa Libertadores este semestre.
3. Alcanzaron la punta del campeonato sin un goleador.
4. Con David Llanos basta. Es el máximo artillero del equipo con 5 goles y jugó 14 de 15 partidos.
5. El técnico tiene un juego efectivo. Da lo mismo brillar, lo importante es ganar. Y cuando no se puede, que se empate.
Parte vacía del vaso.
1. De los cinco equipos que le siguen, le ganaron sólo a La Calera y por la cuenta mínima.
2. No ganaron un clásico.
3. Si la dirigencia hubiera comprado un delantero goleador, tendrían más puntos.
4. No basta con Llanos. De los 14 encuentros que disputó, en sólo cinco jugó los 90 minutos.
5. El DT tiene que entender que de los últimos nueve puntos el equipo obtuvo tres. Los rivales ya le tomaron la mano al equipo.
¿Cuál cruzado eres tú: el que ve la parte llena o la parta vacía?
Seguramente hay verdades de lado y lado, sin embargo, hay algo cierto: la dirigencia tiene que meterse la mano al bolsillo para reforzar al equipo si quiere seguir peleando, y más aún, ganar el título.
La UC llegó a la mitad del torneo quemando aceite. Lleva 225 minutos sin hacer un gol y ello pone el énfasis en qué zona hay que fijarse a la hora de contratar: en la delantera.
Desde la partida de Nicolás Castillo el equipo extraña a un goleador. No lo fue Santiago Silva y ahora nadie apaga esa llama.
Del otro lado de la cancha se ve todo bien. Católica es la defensa menos batida del torneo, y de los ocho goles que le hicieron, uno es un autogol de Matías Dituro y otros dos fueron penales.
La palabra la tiene Cruzados SADP y el hincha está claro: espera refuerzos para seguir soñando con una nueva estrella.
