Javier Castrilli, presidente de la Comisión de Arbitros de la ANFP, analizó sus primeros días en su nuevo cargo y se refirió a lo que espera cambiar en el referato chileno.

"El fútbol educa, no tenemos que desaprovecharlo y dejar que sea una apología de la ilicitud al considerar una mano, una trampa, la mano de Dios. Dios no está para hacer trampa", comentó en entrevista con El Mercurio.

Agregó que "una de las primeras medidas que tomé fue que todos los informes de los árbitros vayan directamente al Tribunal de Disciplina y no nosotros, porque no tenemos nada que ver".

Por otra parte, señaló que el arbitraje nacional tiene "una franja etaria muy, muy elevada. Tenemos que buscar árbitros menores de 30 años".

Consultado por la polémica vivida por Roberto Tobar, con cuestionados cobros en un duelo entre Universidad Castólica y Santiago Wanderers, expresó que "yo castigo a través de resoluciones que las firmo de puño y letra y las hago públicas. Si yo hubiese castigado a Tobar, yo la firmo. No le mando un telegrama ni aviso por otro".

Por último, contó que no buscó ser arbitro y dijo que "yo buscaba ser colega suyo: periodista deportivo. Y un día leí que estaba abierta la escuela de árbitros en la AFA y fui. A los 17 años pensé que las reglas del fútbol eran el idioma universal y las voy a necesitar si quiero periodista".