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La columna de Pelotazo: Dictadura azul

En una semana se fue un técnico, el presidente y el entrenador nuevo llegó mintiendo.

Foto: Photosport La columna de Pelotazo: Dictadura azul

"Siempre pienso que hay algo mejor por delante. Soy optimista". Corría el 31 de mayo de 2018 y el nuevo técnico de Universidad de Chile, Frank Kudelka, emitía sus primeras impresiones tras ser presentado por el presidente del club, Carlos Heller.

No sabía lo que se le venía.

Tuvo dos rachas, donde ninguna sirvió.

En Copa Chile iba como avión, hasta que apareció Palestino. Eliminado en semifinales.

En el torneo nacional recortó la distancia con Universidad Católica, pero no le pudo ganar de local a Iquique. Ni siquiera tiró al arco, misma situación que vivió en el superclásico ante Colo Colo en Macul.

Dicen que... año nuevo, vida nueva. Menos para el DT argentino. De hecho, fue peor.

Cuando fue el sorteo de Copa Libertadores (casi) todos vieron con buenos ojos enfrentarse a Melgar. En el papel era más abordable que jugar ante Independiente de Medellín, como les pasó a los "árabes". La U quedó eliminada y los tetracolores ganaron su llave. Y no sólo eso, ganaron otra más y clasificaron a la fase de grupos donde le empataron de visita al campeón de América. Una pesadilla azul.

El campeonato local era la chance ideal "para sacarse las balas". Primera fecha: 1-1 de local ante el recién ascendido Cobresal. Mal resultado. Segunda fecha: 0-1 de visita ante O'Higgins. Mal resultado. Tercera fecha: 3-0 de local ante Huachipato. Al fin un triunfo tras cinco duelos por los puntos. Cuarta fecha: 1-2 de local ante Unión Española. Mal resultado. Fuera.

Entre la derrota ante los rojos y la partida de Kudelka ya se negociaba con Alfredo Arias. El DT uruguayo se vino el martes, aunque hizo creer que fue el miércoles. Partió mal. Incluso encarando periodistas por hacer creer que informaban de forma errónea. Y al final, el que partió mal fue él.

"Basta con el tema de mi llegada. Enjuicien a la U por si juega bien o si juega mal", comentó el nuevo técnico en su presentación. Y en su debut jugó mal, lo suficiente para perder 2-1 con Universidad de Concepción.

Porque, independiente del cambio en la banca, si por segundo partido seguido partes ganando y te dan vuelta el marcador, es que algo estás haciendo mal. "La U de Conce es un equipo al que es difícil encontrarle debilidades", agregó ese día. Y quedó claro que no encontró esos puntos bajos.

Tras la derrota afirmó sobre su antecesor: "La verdad, ya me cansé de actitud de mujeres lloronas". Muy ad hoc hacer comentarios sexistas en Chile en 2019. Vamos Alfredo, guardémonos por unos días.

Cuando el equipo no podía estar más en el suelo, vino la renuncia de Heller tras recibir amenazas de muerte. ¿Qué viene ahora? ¿Las partidas de Mario Conca y Sabino Aguad? ¿La opinión sin filtro de algún jugador?

La U es un despelote y no se ve el fin de esta situación. Y no se ve porque la dirigencia cree que está haciendo las cosas bien. No hay autocrítica. Si la hubiera, Conca y Aguad habrían renunciado antes que el mandamás de los azules. Ya no pasó.

Para ser exitoso, hay que rodearse de gente capaz. ¿Quién fue el tarado que se negó a la llegada de Harold Mayne-Nicholls a la U? Porque se dio la chance que llegara a la dirigencia, pese a que el club no votó por él para ser presidente de la ANFP. Todo muy loco.

Si en las pequeñas cosas notamos que Azul Azul está perdido... ¿Qué esperamos de las decisiones en las grandes cosas?

Heller dejará de ser presidente, pero sigue siendo el dueño del 63 por ciento del club. Sigue teniendo la última palabra a la hora de decidir. Al menos el nuevo mandamás podrá convencerlo de ideas distintas a las del empresario. Porque que el dueño y la cabeza del club sea la misma persona no ayuda en nada. Sólo provoca que uno termine siendo hincha de una dictadura, lo cual, es una vergüenza.

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