La columna de Pelotazo: Las seis penas del fútbol
Se acaba la década y revisamos los tropiezos de la Roja, donde uno está de aniversario esta semana.
"Las penas del fútbol se pasan con fútbol", es una frase esperanzadora. Manifiesta el deseo inmediato de volver a jugar para dejar atrás el tropiezo.
En esta década que termina, la Roja ha tenido seis penas: Sudáfrica 2010, Argentina 2011, Brasil 2014, Rusia 2017, quedar fuera de Rusia 2018 y Brasil 2019. El desglose.
Chile volvió a un Mundial tras 12 años. Con Marcelo Bielsa en la banca, el equipo logró resultados históricos en el camino al torneo: empatar con Uruguay en Montevideo o ganarle por primera vez a Argentina. La alegría se alargó con las victorias ante Honduras y Suiza en la Copa del Mundo. Luego se perdió con España y se dijo adiós ante el Scratch en octavos de final.
Quedar fuera ante Brasil ya parecía una tortura tras lo vivido en 1962 y 1998, pero lamentablemente hubo una tercera vez. En la clasificatoria Chile contó con los goles de Humberto Suazo y eso no se extendió en Sudáfrica, ya que el delantero estuvo lesionado.
Esa pena se pudo quitar al año siguiente en Argentina. Los pupilos de Claudio Borghi ganaron su grupo en Copa América y chocaron con Venezuela en cuartos de final. Ya había quedado fuera Colombia, Argentina y Brasil. Estaba la mesa servida, pero la Vinotinto ganó 2-1 y nos mandó para la casa. Este miércoles se cumplen ocho años de esa tarde trágica en San Juan.
¿Exceso de confianza? Se suele usar ese argumento para justificar derrotas, sin embargo, hay un rival al frente que fue efectivo y la selección nacional todo lo contrario, tuvo muchas chances y no concretó.
Tres años después un nuevo Mundial. Cuando fue el sorteo, pareció broma. Si la Roja pasaba a octavos de final, era muy probable jugar con Brasil. De nuevo. Y así pasó. Sin embargo, ahora fue más sufrido que en las ocasiones anteriores. Hubo alargue, con travesaño incluido, y hubo penales. La imagen de los brasileños arrodillados y rezando es difícil que se olvide. Dolió mucho. Porque se estuvo cerca de algo histórico, en una campaña que ya tenía ese tinte. El haber eliminado al campeón vigente España hizo que se confiara más en el equipo de Jorge Sampaoli.
Antes de seguir con esto, vale mencionar que antes del siguiente tropiezo Chile fue bicampeón de América. Por ende, una vez pasamos con fútbol las penas del fútbol.
Como monarca continental la Roja de Juan Antonio Pizzi fue a Rusia a la Copa Confederaciones. Tras una semifinal notable ante Portugal, donde Claudio Bravo contuvo tres penales, Chile llegó a la final con Alemania. No pudo repetir el buen partido de la fase de grupos (1-1) y perdió por la cuenta mínima.
En este capítulo muchos culparon por la derrota a Marcelo Díaz, dado el error que generó el gol germano, pero esto no es tenis. Son once jugadores y hubo chances para empatarlo, como una pelota en el área chica que Ángelo Sagal mandó sobre el travesaño. Otra pena.
La idea era volver a Rusia al año siguiente, al tercer mundial consecutivo. Y no fue así. Un desastroso final de clasificatoria nos dejó con las manos vacías. Sobre todo esa fecha doble donde se perdió 3-0 con Paraguay en Santiago y 1-0 ante Bolivia en La Paz.
Y cerramos la pena hace una semana. El equipo de Reinaldo Rueda no jugó bien en 2018, pero en la Copa América los resultados acompañaron hasta la semifinal con Perú. Ahí la Roja fue superada en efectividad y pudo recordarse perfectamente lo de Venezuela en 2011. Por la derrota, por la pena y porque no hubo capacidad para superar al portero rival.
Seis penas. ¿Cuál es la peor? Difícil elegir una, pero salvo en 2010, en todas las demás hubo chances de hacer algo más. Y en esa línea lo del término de la clasificatoria a Rusia fue la farra mayor, porque Chile quedó fuera de todo por diferencia de gol. Y de cerca pongo lo de 2011.
Les toca a ustedes.
