El negocio del deporte profesional en Estados Unidos dejó de nuevo a los aficionados de un equipo como las grandes víctimas, en este caso, a los de Oakland Raiders, de la Liga Profesional de Fútbol de Estados Unidos (NFL), que ya tienen autorización para cambiar de sede a Las Vegas.

La reacción mayoritaria de los aficionados locales no se hizo esperar, siendo de completo rechazo y repudio hacia el dueño del equipo Mark Davis y también hacia todos los de la NFL que dieron su aprobación (31-1), mientras que adelantan que no seguirán más al equipo.

Aunque el mariscal de campo estelar de los Raiders, Derek Carr, a través de un mensaje que trasmitió por las redes sociales, aseguró que los jugadores no tienen nada que ver en la decisión y que les hubiese gustado quedarse en Oakland, el rechazo de los aficionados es completo.

Carr reconoció que no era la mejor manera de dejar Oakland, pero a la vez reiteró que los jugadores no tenían ningún tipo de responsabilidad en la decisión y que entendían como funcionaba el negocio de la NFL.

De ahí que el propio dueño de los Raiders, Mark Davis, también pidió a través de un mensaje dirigido a los aficionados, que estaba "preocupado" por su reacción durante los dos años que aun desean seguir en Oakland hasta que se acabe de construir el nuevo estadio en Las Vegas.

"Los Raiders nacieron en Oakland y Oakland siempre será parte de nuestro ADN", sentenció. "Sabemos que algunos aficionados estarán decepcionados e incluso molestos, pero esperamos que no dirijan esa frustración hacia los jugadores, entrenadores y personal".

Davis confirmó la continuidad en Oakland por dos temporadas más, pero que para muchos va a ser un calvario porque ya comenzaron a formarse grupos de apoyo de cara a boicotear al equipo y no asistir a los partidos que vayan a disputar.

"Tenemos pensado jugar en el Coliseum en el 2017 y 2018, y esperamos seguir ahí como los Oakland Raiders hasta que el nuevo estadio abra sus puertas. Nada nos gustaría más que traer un campeonato de vuelta al área de la bahía".

El objetivo marcado por Davis durante los próximos dos años que van a seguir en Oakland es considerado por los aficionados locales como "absurdo" y motivado para tratar de controlar la reacción negativa que va a sufrir toda la organización y que les va a costar perdidas millonarias.

Davis explicó que la construcción de un nuevo estadio fue crucial para la mudanza y que durante el tiempo que transcurra su construcción le gustaría que el equipo siguiera en Oakland.

"Mi padre siempre dijo: 'La grandeza de los Raiders está en su futuro'. Y la oportunidad de construir un estadio de clase mundial en la capital mundial del entretenimiento es un paso importante hacia lograr la grandeza", declaró Davis en el comunicado.

"Me gustaría agradecerle al comisionado de la NFL, Roger Goodell, la National Football League y mis 31 socios compañeros dueños. También me gustaría agradecerle al gobernador Brian Sandoval y la legislatura de Nevada por su compromiso".

"Finalmente, me gustaría agradecer a Sheldon Adelson por su visión y liderazgo, sin el cual este proyecto nunca se hubiese hecho realidad", destacó.