La columna de Rodrigo Goldberg: Momento de bonanza
Revisa opinión del comentarista de Al Aire Libre en Cooperativa.
La semana que está recién terminando debe ser, en materia futbolística, una atípica. Los triunfos de la Universidad de Concepción, Colo Colo y la UC cerraron una jornada que no veíamos hace año. El instalado discurso de los malos rendimientos a nivel internacional fueron avalados con sendas pobres campañas que justificaban la retórica.
Pero pareciera que algo cambió y los resultados deportivos parecen ser una consecuencia más que un accidente.
Se habla de los campeonatos largos que han ayudado a esto.
Puede ser, porque un torneo largo permite planificar a mediano y largo plazo y no esperar a mitad de año para vender/comprar jugadores. Pero los mejores resultados internacionales (Final Sudamericana de Colo Colo 2006 y título de la U en el mismo torneo 2011) se dieron en torneos cortos. Creo que es un factor importante más no el determinante por sí mismo.
Ciertamente la instrucción de dejar jugar es un elemento que ayuda a entender la dinámica del futbol internacional, principalmente porque establece un parámetro de comportamiento y deja de lado el espantoso argumento que reza el "contra todo y contra todos".
Dejo fuera de esto a la sub 17 de Chile porque me parece que se encaja en un proceso diferente y que tiene que ver mas con la formación que con la gestión de clubes.
Y por ultimo está el nivel de inversión que sin dudas permite abrir una abanico mayor en termino de contrataciones aunque no implique un menor margen de error.
Es en este aspecto donde el fútbol chileno ha dado un salto cualitativo importante. Ha podido acceder a mercados aparentemente prohibitivos. Nombres como Mouche en Colo Colo, Batalla, Bou y Larrondo en La Calera eran imposible de imaginar hace un par de años y hoy están en la primera línea de nuestra competencia.
Ustedes se preguntarán qué es lo que viene. Y es tan simple en teoría como difícil de implementar. En la actualidad los clubes buscan dos cosas: resultados positivos y ventas de jugadores. El problema es que el modelo de negocios de la mayoría de los clubes contrapone estos intereses en lugar de alinearlos.
Nombres como los mencionados en el párrafo anterior serán objeto de deseo de clubes sudamericanos por tanto seria iluso e irreal pensar que se mantengan en el mediano plazo. Es ahí donde entra a tallar la gestión de clubes, tan malentendida de Chile, que privilegia tanto las ventas como la sucesión de nombres. Es decir, previendo la salida de un futbolista atractivo se preocupa de tener en carpeta 3 o 4 nombres para reemplazarlo. Pero no cualquier nombre. Uno que se ajuste a los valores (principios) de la institución y que calce con el proyecto deportivo de los clubes. Esto ultimo, inexistente en la. mayoría del futbol chileno. Quizás sea esta la oportunidad para implementarlo. Es posible, aunque no dije que seria fácil.
