El ex seleccionador de Chile Claudio Borghi criticó a los técnicos "que buscan resultados sin importar el físico del jugador", en una clara alusión a Jorge Sampaoli, su sucesor en el banco de la Roja, que utilizó en plena recuperación al volante Arturo Vidal en el Mundial de Brasil.

Para el actual entrenador de Argentinos Juniors, el manejo de la lesión de Vidal, que fue operado de una rodilla pocas semanas antes de la Copa del Mundo, no fue óptimo ni mucho menos y aseguró que él nunca ha infiltrado a un jugador para que juegue.

"Nunca infiltré a nadie. Un codo, un dedo sí, pero una rodilla jamás. Fui futbolista y sé las consecuencias", afirmó Borghi en una entrevista con el diario El Mercurio.

"La infiltración para jugar siempre trae malas consecuencias, porque se agrava la lesión y después lo pierdes (al jugador) inmediatamente", advirtió.

Para quien dirigió con éxito al Colo Colo, con el que ganó cuatro títulos consecutivos, se trata de formas de trabajo diferentes a las suyas y que no comparte: "Hay técnicos que buscan resultados sin importar el físico del jugador. Son formas. Si esa es la de Sampaoli y la federación y el jugador están de acuerdo, dénle para adelante".

Añadió que no obstante, "después es el futbolista el que pagará las consecuencias. Nuestra opinión es que el jugador juegue la mayor cantidad posible de años, más allá de un resultado puntual".

"A veces las obligaciones de los jugadores hacen que tomen decisiones extremas en cuanto a la capacidad que tiene el jugador para aguantar", reflexionó.

Sobre su paso por la Roja, de la que fue desvinculado tras malos resultados y varios episodios de indisciplina que mermaron su autoridad, Borghi dijo que la selección "es estresante".

"Me descuidé físicamente. Tenía un riñón funcionando mal. (Después) bajé de peso, retomé el deporte, pero no me sometí a ninguna sanación espiritual", comentó Borghi, quien además se declaró sorprendido por la ausencia del mediocampista Matías Fernández en la plantilla mundialista de Chile.